Hay pocos ejemplos en la historia local que se puedan
comparar a la reacción coordinada de la comunidad frente a la desfavorable
situación económica que vivía Penco en 1955. Sólo se le acercó en el nivel de
incertidumbre, miedo y desazón la crisis por el escándalo de Loza Penco bajo la propiedad de
Palma Matus en los noventa. Fue así que el 24 de enero de 1956 el diario El Sur
incluyó la noticia procedente de Penco de la formación de un comité transversal
tanto de partidos políticos como de organizaciones de trabajadores bajo el
título “Constituido en Penco el Comando Político-Gremial de Empleados y
Obreros”. Con gran dignidad ese comité golpeó la mesa frente a las autoridades
para expresar el malestar. Pero, en el fondo el documento era un grito colectivo
de desesperación. Y planteó cinco exigencias que se expresaron en la prensa de
la época en los siguientes términos:
“Solicitar al ejecutivo que se preocupe de resolver en forma
definitiva el problema de la falta de mercado para el carbón del mineral de
Lirquén, cuyas amenazas de paralización
son frecuentes de parte de la empresa. Si la industria no contribuye a su
solución que el supremo gobierno la haga producir por su cuenta.”
Pues bien, la mina cerró en 1958 generando una gran
cesantía en la comuna. Una de las causas del término de las faenas fue la
inundación de las galerías subterráneas y, por cierto, la falta de mercado para
el combustible. Sin duda la clausura de la mina estaba ad portas cuando se
emitió esta declaración pública de allí que se la incluyera como el primer
punto del petitorio. Y fue claro que el gobierno no quiso hacerse cargo.
El segundo punto señalaba: “Luchar junto a la CUT, el
comercio y demás sectores afectados para que el ejecutivo retire el proyecto de
congelación de precios, sueldos y salarios del Congreso Nacional”.
El presidente de turno era el general Carlos Ibáñez. ¿Habrá
prestado oídos a este petitorio pencón?
El tercer punto decía: “Solidarizar con todos los gremios
que tienen conflictos pendientes”.
La cuarta exigencia añadía: “Aumento de un 50% sobre el alza
del costo de la vida registrado en 1955 para los sueldos y los salarios…” Sin someter esta petición a un análisis más profundo era evidente la gravedad del problema
económico que enfrentaban la comuna y el país.
Y quinto punto: “Luchar en contra de todo atentado a la
libertad de expresión y defensa del régimen democrático y derogación de la Ley
de Defensa de la Democracia". El cuerpo legal también conocido como Ley
Maldita estuvo vigente desde el 3 de septiembre de 1948 hasta el 6 de agosto de
1958. Excluía a los comunistas del ordenamiento político y los perseguía. La mencionada ley
fue promulgada por el presidente Gabriel González Videla.
La nota de prensa que citamos no menciona nombres de
dirigentes involucrados en este petitorio. Sin embargo, el tenor del texto
revelaba una preocupación generalizada, acentuada por la incertidumbre del inminente cierre de la mina de Lirquén.
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