viernes, septiembre 15, 2017

ASPECTOS INÉDITOS DE LA EDUCACIÓN EN PENCO

Nota de la Editorial: el siguiente texto es un compendio muy interesante del pasado de la educación en Penco. Narra aspectos pocos conocidos de sus orígenes con documentados datos investigados por su autor Jaime Robles Rivera, quien es presidente de la Sociedad de Historia de Penco (SHP). 

1946 - SEXTO AÑO ESCUELA DE NIÑAS N°32 (Actual Escuela D-598 Isla de Pascua)
El curso aparece con su profesora la Maestra Normalista Sra. Matilde Avendaño. Cinco de estas niñas de 14 años, continuarán su formación de Humanidades en distintas Escuelas Normales del paísVolverán a Penco luego de 6 años de estudios, convertidas en profesoras, para hacer crecer la cultura en los demás hijos de su tierra natal.

BREVE RESEÑA DE LA EDUCACIÓN EN PENCO
Por Jaime Robles Rivera, Presidente de la Sociedad de Historia de Penco

     En el recorrer de la Historia de Penco, la educación ha sido un aspecto que explica en gran parte, el desarrollo de la ciudad y su gente, tal cual la conocemos en estos inicios del siglo XXI.

     Podemos situarnos en la línea de tiempo en 1550, desde la llegada de Pedro de Valdivia y su hueste, pensando que desde a en adelante las gentes de estas tierras comenzarían a recibir una educación o adoctrinamiento de orden formal: aprender a leer, escribir y las operaciones aritméticas elementales; pero claro está que ello sería una muy injusta y censurable omisión. Ya que mucho antes de la aparición de los castellanos por las tierras del valle del Penguco, el pueblo originario generó una estructura de educación o mejor dicho, formación para la vida, en sus niños y jóvenes.

     El día 23 de febrero de 1550 marca un punto de inflexión en el relato que hacemos, hay un quiebre absoluto para ambos mundos de lo que hasta ese momento significaba este sitio, del cual los cronistas de la conquista dejaron registro en sus anotaciones, dando cuenta que en el “nuevo mundo”, existía el valle que ellos, al escuchar la voz del indígena, castellanizaron llamándole Penco.

     A partir de ese momento la formación del los jóvenes indígenas tendrá dos miradas:  Una  cuyo  escenario  se  dará  pasada  la  línea  de  frontera,  en territorio mapuche y será orientada a la guerra, para defender a su pueblo, para  expulsar  al  invasor;  la  otra en  tanto,  será  para aquellos  jóvenes cautivos, prisioneros de los españoles que por fuerza o por voluntad aceptarán un primer adoctrinamiento, fundamentalmentorientado  a la aceptación de los preceptos religiosos básicos. Esta será la misión de los curas y frailes de las órdenes religiosas que irán arribando a las costas de Penco, conforme se afianza la conquista.

     En la etapa Colonial, el más notable aporte al Reino de Chile, desde esta ciudad frontera de Concepción en Penco, lo constituyo la Real y Pontificia Universidad Pencopolitana, que irradió la luz del conocimiento, desde 1724 y hasta que el terremoto y maremoto de 1751 acabó con esta institución, la primera de educación superior que nuestro país conoció. Esta Universidad, se ubicaba a sólo una cuadra del actual museo, en la actual calle Chacabuco.


     Una vez iniciado en proceso emancipador, en la llamada Patria Vieja, donde Chile debeenfrentar una cruenta guerra de independencia, la educación resultó una fundamental preocupación para las primeras instituciones del estado naciente. Ya en 1813 se promulga la primera Ley de Instrucción Primaria. En aquella época, la población de todo el país alcanzaba a 1 millón de habitantes y en analfabetismo era caso total: el 90% de los chilenos no sabía leer ni escribir.

     Lograda la independencia, y afianzada la República, a mediados del siglo XIX, con la Ley de Instrucción Primaria de 1860, el Estado toma mayor protagonismo en la educación de su población, pero su influencia llega en menor medida a los pequeños poblados, como era Penco en aquella época y en ese escenario toma gran importancia la función del preceptor, quien desempeñaba la docencia habitualmente en su domicilio particular. Penco, con una población cercana a los 600 habitantes ya contaba con dos escuelas gratuitas.


     Treinta años después, en 1890, ya existían en Penco tres escuelas: la N°7 de hombres, a cargo del preceptor Don Jo Lagos; la Escuela N°8 de mujeres, cuya Directora fue la Sra. Emilia Egbert, quien junto a su hermana, Josefina Egbert, dirigieron la escuela por casi cuarenta años; y la Escuela de hombres N°9 de Lirquén, creada en marzo de 1853, su director el año 1890 fue Alcides Millas.


     Otras  escuelas  particulares  de  antaño,  y  evocadas  por  nuestros  más antiguos vecinos, fueron la Santa Filomena de la señora Lucia Saavedra, la escuelita de las recordadas señoritas Ulloa, la San Tarsicio de los padres Trinitarios, la Santa Teresita, la Santa Nieves, entre otros incipientes establecimientos educacionales de antaño.


     A partir 1920, con la promulgación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, y con mayor énfasis   en 1937, al promulgarse la Ley de Edificación Escolar, Penco verá florecer inmuebles de mejor calidad para atender a las nuevas generaciones. Aparecerán edificios de dos y tres pisos, varios de los cuales hasta hoy son una postal de nuestra ciudad.

     He aquí la cronología de las escuelas, colegios y liceos con que Penco ha contado:


1927, Diciembre. Escuela de Hombres N°31.
1928, Febrero. Escuela de Mujeres N°32.
Hoy Escuela Isla de Pascua, D-598


1929, Escuela de Hombres 35 y
Escuela de Mujeres N°36.
Hoy Escuela Almirante Patricio Lynch, D-596


1944, Escuela N°54.
Hoy Escuela Eduardo Campbell Saavedra, E-592


1945, Escuela 69.
Hoy Escuela República de Italia, D-581


1946, Escuela Rural Cosmito.
Hoy Escuela Ethel Henck de Grant, F-599


1950, Escuela Pedro Aguirre Cerda, 34.
Deja de funcionar en el año 1995.


1953, Escuela Almirante Jorge Montt Álvarez.
Hoy mantiene su nombre, con la numeración E-595.


1954, Escuela 42.
Hoy Escuela Vipla, F-584


1961, Escuela N°90.
Hoy Escuela Penco, E-587.


1963, Anexo Liceo de Hombres de Tomé.
1967,Liceo de Hombres de Penco.
Hoy Liceo Pencopolitano, B-40.


1968, Colegio Queen Elizabeth.

1968, Escuela Rural Primer Agua Abajo.
Hoy mantiene su nombre, con la numeración G-586.


1973, Escuela La Greda.
Hoy mantiene su nombre, con la numeración F-582.


1973, Escuela Diferencial Marta Stowhas Kargus
Hoy mantiene su nombre, con la numeración F-579.


1983, Colegio El Refugio.


1989, Complejo Educacional Gloria ndez Briones.


2000, Liceo os de Chile.


2001, Colegio Fanny Scholl.


2004, Escuela Los Conquistadores.


2004, Escuela Forjadores de Chile.


2006, Colegio A-Lafquen.


2007, Centro Educacional Alborada.

A ésta más que centenaria presencia de la educación en Penco, tanto pública como privada, hay que destacar la enseñanza pre escolar, que tiene sus ogenes en nuestra ciudad de la mano de la empresa CRAV, cuando inaugura su jardín infantil en agosto de 1965; y que a lo largo de los años ha ido en crecimiento con la apertura de numerosas salas cuna y jardines infantiles, reconociéndose de esta manera lo fundamental que es para el desarrollo de las personas la estimulación, base del aprendizaje, desde los primeros años de vida.
Rosa Rivera Fuentes fue una de las niñas egresadas en 1946 de la Escuela N° 32 de Penco. En la foto del inicio de esta crónica aparece detrás de su profesora, la señora Matilde. Posteriormente estudió en la Escuela Normal de Angol. Se recibió a los 20 años y tuvo una primera destinación a una escuela rural de Ñipas, adonde viajaba en el tren chillanejo desde Penco.
A sus 85 años, la profesora Rosa Rivera, jubilada después de una fructífera vida dedicada a la educación. En la foto junto a uno de sus cinco hijos, autor de este relato.


1 comentario:

Juan Espinoza dijo...

Agradezco enormemente este artículo del señor Jaime Robles, pues me hizo recordar una parte de mi pasado, al mismo tiempo que de inmediato empecé a recordar a mis profesores(as) que me hicieron clases en la gloriosa Escuela N° 90. Cada uno se ocupaba de nosotros: señor Leyton (director), señorita Lucy (mi primera profesora jefe), señorita Nancy (que intentó enseñarme a bailar, pero fracasó, me quedé con el juego del trompo), señorita Clara Luz (me enseñó con sabiduría y rigurosidad el método científico que tanto me ha ayudado), señor Renato (que me enseñó las duras matemáticas), señor Reygada (me enseñó a correr porque creía que podría ser atleta y no se equivocó), señorita Julia (que me enseñó a conjugar los verbos en todos sus tiempos), señorita Fresia Zambrano (que me hizo imaginar el norte de Chile, especialmente Taltal, su lugar de origen), señorita Carmen Olavarría (que me enseñó a estudiar Mesopotamia, Grecia,Roma y toda la mitología incluyendo la chilena) y,la inolvidable Tía Teo que nos alimentaba todos los días.

En el listado extraño la Escuela conocida como "La Tosca"

Muchas gracias por el artículo.