Fotografía de Saturno con sus conspícuos anillos captada por Cassini cuando el sol estaba oculto por el planeta. (NASA). |
En una
pequeña elevación del fundo Landa, al costado norte de la población Desiderio
Guzmán y bajo la cúpula del modesto observatorio «Elke» en una helada noche de
agosto, allá por los 60, el astrónomo aficionado de Penco, Arnoldo Bustos, luego de hacer ajustes
de su telescopio apuntando al cielo, se dirigió a un grupo de alumnos de
Periodismo de la Universidad de Concepción congregados en el lugar y les dijo: «jóvenes,
les presento a Saturno uno de los más bellos planetas de nuestro sistema solar,
el de los anillos. Hagan una pequeña fila para mirar por el visor».
Los estudiantes se acercaron a observar el cuerpo brillante que parecía colgar
del cielo nocturno.
Arnoldo Bustos en la plataforma de su «Elke». |
Ésa fue mi
experiencia con Saturno que hoy cuarenta años después de esa noche hace noticia
por la llegada a su atmósfera de la sonda Cassini lanzada al espacio en 1997.
La misión conjunta de NASA y de países europeos concluyó de este modo dos
décadas de un viaje sin regreso por el sistema solar rumbo a ese planeta. A lo
largo de su aproximación la sonda despachó valioso material a los científicos
el que será analizado en todos sus detalles. Los investigadores guardan
esperanzas de hallar alguna forma de vida en las dos lunas visitadas, de más de
60 que tiene Saturno. Ellas son Titán y Encélado, que han heredado los nombres
de dioses y gigantes de la mitología griega.
Cassini en
su viaje hizo una arriesgada maniobra controlada desde la tierra que consistió
en pasar entre los anillos y la atmósfera del planeta revelando datos sobre ese
espacio desconocido, sobre la consistencia de los aros que rodean a Saturno, el
tamaño de sus partículas constitutivas, etc. e hizo cálculos sobre cuánto dura
un día allí. Cassini finalmente se zambulló entre las nubes, según lo
calculado, y envió su último informe cuando estaba a poco más de un kilómetro de entrar en el oscuro cielo «saturniano» antes de achicharrarse en esa atmósfera misteriosa.
Saber lo
que pasó con la sonda Cassini, el primer objeto hecho por el hombre que llegó
ahí, ver nuevas fotos en primer plano del planeta y recordar aquella noche de
agosto en el observatorio pencón de Arnoldo Bustos con un ojo pegado al visor
de telescopio de 12 pulgadas fue como abrochar una historia que tuvo un
comienzo y ahora, un final.
La sonda Cassini según una gráfica artística pasando entre los anillos de Saturno. (Imagen NASA). |
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