jueves, septiembre 21, 2017

PENCONES DE PASEO POR EL DESIERTO FLORIDO

Un aspecto del "desierto florido" 2017. (Foto tomada de internet @leugimfigueroa).
         Como nunca en el invierno de 2017, a causa de las lluvias que hubo en el norte, se registró un vivificante “desierto florido”, uno de los fenómenos naturales que suma atractivos a la aridez de Atacama, por lo exótico de las especies florales incluidos el brillo y resplandor de sus colores. Este florecimiento en tierras desérticas ocurre entre La Serena y Caldera. Sin embargo, una zona de máxima atracción para quienes gustan de la fotografía, en especial para este fin, es el parque nacional Llanos de Challes, a 70 kilómetros al norte de Vallenar.

     Una sutileza entre la numerosa variedad floral del “desierto florido” es la especie llamada “garras de león”. Es una planta muy esquiva y apreciada y sus pétalos presentan un color rojo muy vivo.
Garras de león a ras del desierto. (Foto Espinoza Pereira).

     El profesor de Penco Juan Espinoza Pereira y su familia integrada por Graciela, su señora; y sus hijos Leni Joana (psicóloga) e Iván Lautaro (ingeniero) viven en Copiapó. Un fin de semana reciente dieron un paseo por el desierto, tomaron fotos y el profesor preparó un texto que incluimos en esta nota. Una observación lamentable, nos contó, es la falta de conciencia ecológica de los visitantes  quienes pisan las flores, las arrancan y arrojan basuras. Con respecto a las flores mismas, nos dijo en un mail, no se reproducen fuera del reseco ambiente desértico. La Naturaleza es tan sabia, agrega en su nota, que al parecer las semillas de estas especies no se han podido reproducir en laboratorios.

     El siguiente es el texto que nos envió:

LA MAGIA DE LA NATURALEZA EN ATACAMA
  
Una vista que incluye el mar del desierto florido en Atacama. (Foto Espinoza Pereira).
Por Juan Espinoza Pereira
     No cabe la menor duda que la Naturaleza es impredecible. Hay momentos en que muestra toda su soberbia en algunas zonas  del planeta, azotando con tornados o huracanes que destrozan todo lo que encuentran a su paso. Incluimos también los últimos terremotos. No podemos catalogarla con ciertos epítetos propios del mundo humano, es decir, la Naturaleza no es mala, no usa la venganza, ni menos aún provoca desastres naturales; los desastres son sólo sociales: Ella sólo sigue su curso que ha tenido por tiempos ignotos. Somos nosotros el problema: dañamos el medio ambiente,  construimos en lugares indebidos, destruimos todo aquello natural que se interponga ante los intereses económicos o individuales… ¿Qué mejor ejemplo, la desaparición de dos ríos que atravesaban nuestra ciudad y sólo queda el estero Penco?

     Pues bien, en mi estadía en Atacama ya por 32 años  he sido testigo de un fenómeno natural único, este año con una magnanimidad de parte de la Naturaleza digna de culto como lo es el Desierto Florido, un fenómeno casi desconocido por gran parte de la población pencona. Aquel paisaje verde en todo el año en el sur de Chile, no es habitual en esta zona caracteriza por un desierto árido casi todo el año, excepto cuando hay cierta
Flores estacionales en la arena de la costa de Atacama. (Foto Espinoza Pereira).
pluviometría que supera los 40 ml de lluvia todos nos ponemos contento porque sabemos que algo hermoso en el paisaje ocurrirá. Este año cayeron más de 90ml de agua. Así el desierto mostró su mejor cara. Hemos recibido el mejor regalo por años. Imaginen que nuestra familia (todos nacidos en Penco, pero todos anortizados como nos llaman por acá) por años, hemos andado a la siga de una flor muy esquiva llamada Garra de León. Ella se esconde y sólo se deja ver ante los ojos más agudos. Hace dos años, nos aprovechamos de un grupo de científicos gringos que estaban haciendo un reportaje a una flor que se encontró en todo el Parque, sacamos fotos y las atesoramos. Pero este año salimos una vez más a disfrutar de este maravillo desierto y tuvimos la suerte de encontrar muchas Garras de León  en una pequeña quebrada en el Parque Nacional Llanos de Challe, sin lugar a dudas que un gran regalo de parte de la Naturaleza.

     Entiendo que para muchos pencones es casi imposible llegar por estos lares, pero imaginen: más de 40 playas para bañarse  a cualquier hora del día o noche, cientos de caletas de pescadores dispuestos a atender a cualquiera que llegue por poco dinero, aguas cristalinas y turquesas, sin emisarios, sin ningún tipo de contaminación. Bueno, es por ello que pongo a vuestra disposición fotografías del desierto más hermoso en estos  momentos.


     Un saludo a la distancia. 
Graciela en el jardín de "añañucas" en el desierto de Atacama. (Foto Espinoza Pereira).
        

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