Ovejas australes en su corral. Foto original del autor de esta nota, captada en una estancia cerca de Coyhaique. |
A lo largo de la historia
del puerto de Lirquén han ingresado por sus instalaciones productos de la más diversa índole y
procedencia. Sin embargo, la carga más curiosa de todas la constituyó un desembarco masivo
de ovejas provenientes de Puerto Chacabuco en los canales de Aysén.
La información publicada en
la prensa penquista el primero de abril de 1962 indicaba que ese mediodía día
arribaría al muelle de Lirquén la motonave «Valdivia» proveniente de la zona
austral. El buque incluía una carga de 4.114 ovejas. Las maniobras de descarga,
decía el diario La Patria, se iniciarían tan pronto atracara el «Valdivia» y
que los animales serían conducidos a carros de tren dispuestos a la entrada del
terminal marítimo por la empresa de Ferrocarriles del Estado. 19 de estos
carros, agregaba la noticia, habían sido preparados con un par de plataformas, o
sea les habían agregado un segundo piso, para facilitar el transporte de los
lanares.
El destino final de las
ovejas australes era la estación de Quinta, ubicada entre las localidades de
Rengo y Chimbarongo. La edición periodística no hizo una descripción de cómo desembarcaría
el ganado, ni cómo los trabajadores conducirían esas ovejas caminando o corriendo a lo largo del
muelle lirquenino rumbo a los vagones para continuar viaje por ferrocarril. El
dato era interesante, teniendo en cuenta que quienes debían cumplir esa labor
eran estibadores de Penco, acostumbrados a descargar productos inertes y no a arrear
animales díscolos. Es de imaginar todos los chascarros que pudieron contar
después los estibadores fruto de esta esta inusual actividad de desembarco.
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