La
librería Colón (no tengo certeza absoluta de ese nombre, la memoria me puede traicionar) estuvo ubicada en la esquina de Penco con Freire (Freire 499), frente a la entonces farmacia Méndez. ¿Qué ciudad que se precie no tiene una librería Colón? Pues, Penco tuvo una. Su propietario durante años fue don Enrique Fernández Salgado,
profesor de educación física, quien hacía clases en el Instituto Superior de
Comercio, INSUCO, en Concepción. Sociable era don Enrique, tenía muchas
amistades en Penco, incluso trabajó como voluntario en la creación de la División de Menores
de la Refinería, esa agrupación de muchachos, hijos de trabajadores azucareros, organizada a la manera de los boy scouts.
Quienes lo conocieron de cerca, a él y su familia, nos dicen que con su esposa, la señora Julia Romero Espinoza, eran aficionados a la lectura y que en su casa había una bien equipada biblioteca. El matrimonio tuvo una hija, Rita, quien se tituló de bióloga en la Universidad de Concepción y dictó clases en la sede universitaria de Chillán.
Con motivo del cierre de la Refinería en 1976, don Enrique cedió la librería a Néstor Manuel Romero Espinoza, su cuñado, y ex empleado de CRAV para resolver el problema de la carencia de trabajo. Muchos años más tarde, el negocio cambió de giro a una florería. Las mismas fuentes que nos han proporcionado esta información nos dicen que el señor Fernández, su esposa e hija han fallecido hace algún tiempo.
Quienes lo conocieron de cerca, a él y su familia, nos dicen que con su esposa, la señora Julia Romero Espinoza, eran aficionados a la lectura y que en su casa había una bien equipada biblioteca. El matrimonio tuvo una hija, Rita, quien se tituló de bióloga en la Universidad de Concepción y dictó clases en la sede universitaria de Chillán.
Con motivo del cierre de la Refinería en 1976, don Enrique cedió la librería a Néstor Manuel Romero Espinoza, su cuñado, y ex empleado de CRAV para resolver el problema de la carencia de trabajo. Muchos años más tarde, el negocio cambió de giro a una florería. Las mismas fuentes que nos han proporcionado esta información nos dicen que el señor Fernández, su esposa e hija han fallecido hace algún tiempo.
El recuerdo del señor Fernández
viene a la memoria, luego que nuestra amiga y colaboradora de este blog, Rosa
Aqueveque, me hiciera llegar un texto redactado y firmado por el profesor al
que ella tuvo acceso en la casa de su tío Juanito Rifo, el dentista. Me sorprendió el hecho que esa persona --donde Enrique-- de aspecto afable,
sonriente y comunicativo haya escrito poesía. Los versos que publicamos a
continuación fueron creados por él en agosto de 1989.
DE VIDA NORMAL
Por Enrique Fernández Salgado (Penco, martes 29 de agosto de 1989).
a los acusadores del Nazareno.
Cuando se menciona el vocablo Hombre,
es común hablar de masculino y femenino.
Elogiamos al Ser en la cumbre,
de creación fugaz, tras la verdad,
con buenos ojos, de exitosa lumbre,
en tierra de amigos con SOPLO DIVINO.
El hombre de vida normal, se auto valoriza
con Probidad, se mira al espejo, entonces,
con lo que medita… su palabra autoriza.
El hombre asido a la normalidad, cumple,
es: viril, sensato, con fuerza de voluntad,
de principios reales: con armonía y paz,
van juntos a una formación integral,
evita así, sofismas, cuyas heridas,
lo conducen de inmediato a la barbaridad.
Hay que distanciarse de las garras del león.
Sacar la cabeza de las alas del avestruz,
--¿Cómo?...—serenarse, trabajar con honor…
De este modo, cavilamos con alegría y salud.
Tiempo que dedicamos a endilgar a la juventud.
Con costumbres pulcras, se irá al Hades griego en
majestad.
Cuesta ser trabajador intelectual, manual,
científico; pero es más difícil obtener
la Profesión de Hombre. Es fundamental.
En 1864-1937, el bilbaíno Unamuno don Miguel,
encontró apropiada la palabra “Hombridad”;
en 1842-1910, el norteamericano William James,
la enracimó como joya en “Hombre Pragmático”;
y el religioso… la uniformó con “Cristiano de Vida
Normal”.
2 comentarios:
como podre ubicar a don enrique fernandez, algun telefono
Gabriel Da Fonseca 999208662
El señor Fernández falleció hace años.
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