jueves, abril 01, 2021

HISTORIAS DE LAS BANDAS DE PENCO QUE ACOMPAÑAN LA PROCESIÓN

NOTA DE LA EDIORIAL: Nuestro colaborador Abel Soto Medina investigó en una edición de 1962 de la revista refinera Pan de Azúcar y relacionó dos textos aparecidos allí sobre instituciones penconas: las procesiones de la Virgen en Penco y en Lirquén con la banda de músicos de CRAV y otras. El resultado en muy interesante, las bandas aportan carácter son sus sones. Igualmente merece señalar que como fruto de este trabajo queda de manifiesto que muchos de los contenidos de aquella desaparecida revista testimoniaron el interés de los habitantes de Penco por la historia local y nacional, un hecho que ha estado siempre presente en la comuna. 

Investigación y recopilación de ABEL SOTO MEDINA.

Escena que en Penco es un clásico, la imagen de la Virgen durante una procesión de noviembre.

           

           Dice Pan de Azúcar en su crónica:

       «La imagen de la Virgen del Carmen tiene más de 319 años (en 1962). Data de la Parroquia San Agustín de Penco, en donde se fundara la primera Archicofradía de esta devoción que existió en Chile, antes del traslado de la ciudad.

       Un pergamino que se conserva entre los archivos del Convento de San Agustín, dice lo siguiente:

          “La devoción de los fieles fundó en este convento una Hermandad de Nuestra Madre Santísima del Carmen, siendo fundadores nueve sujetos, los más principales de la ciudad; haciendo cabeza el señor Marqués de Baydes, Gobernador y Capitán General de este de Chile, y obtenida la licencia del ordinario, se establecieron las constituciones y firmaron en 15 días del mes de abril de 1643, con escritura otorgada ante Diego González de Guevara, escribano público.
         “El licenciado don Pedro de Unzueta y Guevara, Canónico de esta Ilustre Iglesia de la Catedral, y don Miguel Cárcamo de la Lastra, Caballero de la Orden de Santiago y Contador de las Reales Cajas, ambos diputados de esta Santa Hermandad, presentaron al Ilustrísimo señor Diego de Zambrano y Villalobos, dignísimo Obispo de esta ciudad, pidiendo se sirviese su señoría Ilustrísima de confirmarla y constituirla en Cofradía, y se sirvió de confirmar sus constituciones, como consta de su despacho en once días del mes de Diciembre del año 1664.I.N.Emo.P. Alejandro VII confirmó como consta en la Bula despachada en 20 de Junio de 1662 concediéndose cinco Jubileos perpetuos a los Cofrades”.
          Más tarde, la Virgen del Carmen fue consagrada Reina de Chile».

       Cómo podemos apreciar, que los encargados a través de éstas notas iban enriqueciendo los conocimientos de la historia de Penco poniéndola a disposición de los lectores de la revista, y cómo aporte sólo de complemento a la nota principal, podemos agregar que la Virgen del Carmen, en Chile también se le llama Chinita,              Reina del Tamarugal, Madre de Chile o Carmelita.
         La adoración mariana, proviene de España prácticamente en los albores de la llegada de los españoles a Chile, pero se le atribuye a los frailes Agustinos haber traído su imagen, y en el proceso de emancipación en Chile, se le fue reconociendo como la Patrona de Chile, siendo el General Argentino José de San Martín quién reconoció en ella el título de Patrona del Ejercito de los Andes, y nuestro Libertador Bernardo O”Higgins la nombró Patrona y Generala de las Armas Chilenas. En 1926 en una ceremonia con la participación masiva de feligreses el legado pontificio Monseñor Benedicto Aloisi Masella la coronó como Reina de Chile.
        Penco, como lugar y por los españoles que llegaron siempre demostraron su admiración a la Virgen. Según se habla en algunos escritos, en medio de una de las batallas con los aborígenes, y en los instantes en que iban a ser exterminados los invasores, apareció en los cielos la imagen de la Virgen, que ahuyentó a los araucanos, salvándolos de una muerte segura. Ése signo de protección quedó grabado y los españoles empezaron a adorar el lugar que hoy conocemos como la Virgen del Boldo.

         LA BANDA CRAV

        Otro de los temas que se destaca en la revista, está dirigido a la Banda Crav, que hace notar la brillante actuación que realizaron durante las últimas Fiestas Patrias (1962), donde sus integrantes usaron uniformes militares, dando un plus especial a su presentación, y que, a juicio del editor, fue una actuación notable y que será recordada con cariño por el pueblo de Penco.
       Hablando de la banda es considerada como una Escuela de Músicos, y se estima que más de 200 integrantes, que, por el hecho de haber pasado por ella, ha significado a algunos hacerse profesionales, y a otros un buen desempeño en la escuela o de satisfacción personal. Se acota que en el año 1930, se adquirió el primer instrumento, y desde ésa fecha la Banda ha estado entregando músicos a la Armada y al Ejército, la mayoría con aficiones musicales que comenzaron desde niños, que luego con las obligaciones militares, son seleccionados para integrar bandas de las respectivas unidades. Es así, que en Punta Arenas se encuentra Carlos Martínez y Víctor Pantoja, En Valparaíso, Agustín Aragús y Carlos Quintana, en el Conservatorio de Santiago Gustavo Herrera, que integra la sinfónica, Roberto Venegas está en la Escuela Capitán Ávalos, Manuel Riffo, luce las jinetas de Suboficial y Director de la Banda del Buque escuela Esmeralda, en la Artillería de Costa Talcahuano, están M Guzmán, Pedro Moraga, M Valderrama, M Figueroa, P Basso, J Contreras e Iván Jara, todos ellos en ocasiones vienen a reforzar la banda. Dirigen con todo acierto el profesor, señor Bruno Vega y el Director es nuestro conocido amigo don José Candia, de dilatada y brillante labor en el conjunto musical pencón. Con éstas últimas palabras se cierra la nota de la Revista Pan de Azúcar sobre la Banda Crav.
           

Una procesión del 8 de diciembre en Lirquén. A la izquierda, la banda de músicos y a la derecha la imagen de la Virge María toda rodeada de nardos.

          Los dos temas tratados por los editores de la revista, pareciera no tener vínculos entre sí, pero con el correr de los años se han ido uniendo sin querer, es verdad, yo no registro en mi niñez y juventud haber visto acompañar a la Banda Crav cómo institución haber estado presente en las Procesiones de la Virgen del Carmen, pero si lo hacían sus músicos, que en forma personal se transformaban en feligreses que querían rendir tributo a la Virgen, acompañándola en su peregrinar por las calles de Penco los noviembre de cada año, de éstas improvisadas bandas, las que más recuerdo son Los Amigos de la Virgen y la Banda del Pueblo, que eran integradas por diversos músicos provenientes de bandas, grupos musicales y aficionados a los instrumentos de viento o percusión, cada pencón tiene en su mente a tal o cual vecino que tocaba trompeta, caja, tambor, tuba, clarinete, bombo, platillos, etc. Todos esos músicos muchas veces anónimos son los llamados a dar con sus sones el glamour y emotividad a la Procesión de la Virgen del Carmen o de Purísima en Lirquén cada 8 de diciembre, es así que ésta nota nace para rendir un homenaje a todos los pioneros de la ex banda crav, , vaya un recuerdo para todos ellos, los que ya no están en ésta vida terrenal, y a los que continúan y se dejan ver en las procesiones citadas, me asiste a mi mente, un señor de apellido Careaga de Playa Negra, Francisco Alarcón, al amigo Aillón con sus redobles en la caja, a los Martínez, Reyes, Abdón Mora, Tuco Barra, Sierra, Latorre, los Fierro, y tantos otros que bien se podrían agregar a este simple homenaje; pero, con el ahínco de querer resaltar a todas esas personas que por afición dieron grandes satisfacciones a las actividades recreativas de todo un pueblo. Eso sí, debo reconocer que son sólo reminiscencias de un pasado que para la literatura se llama Historia.
 

La página de Pan de Azúcar, que inspiró el presente post.
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Revisión de estilo, NPalma.

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