lunes, diciembre 19, 2022

LA OTRORA INTENSA ACTIVIDAD DE DUNCAN FOX EN PENCO

 

EL MOLINO EL GLOBO de Penco, instalado en Playa Negra (sector Cosaf), terminó destruido por un incendio en 1920. Se aprecia el edificio industrial, los vagones de carga y las bodegas. La foto espectacular data de 1908. (Colección de Abel Soto Medina).

           Penco, sin incluir Lirquén, a comienzos del siglo pasado tuvo dos muelles, uno industrial de la ex Refinería; y otro comercial de la empresa Duncan Fox en Playa Negra. Del primero tenemos información suficiente para formarnos una idea de su funcionamiento y servicio, aunque de él ya no queda ni rastro; pero del segundo carecemos de un relato que nos diga cómo operó, aunque restos de su estructura aun quedan junto al terminal de Cosaf. Y no sólo del muelle original de Duncan Fox (DF), sino del agente destructor: el vapor Perú que lo embistió por accidente una noche de temporal en 1941. Un par de pilares de rieles ferroviarios del muelle y un trozo del casco del buque parecen fundidos en un amasijo de fierros testimoniando aquel desgraciado episodio y eso que fue el primer terminal portuario pencón.

          Ya no hay gente de esos años que nos pudieran ilustrar cómo funcionaba el muelle, de modo que para imaginarlo tenemos que apelar a un razonamiento deductivo que si lo hacemos correctamente no deberíamos cometer errores graves. El muelle se construyó casi inmediatamente después de la adquisición del sitio de Playa Negra por parte de la comercial británica Duncan Fox a fines del siglo XIX, 1891. Por algún motivo DF optó por Penco en lugar de explorar posibilidades en Talcahuano. Fue una decisión interesante porque le brindó a la comuna una categoría de puerto dotada de muelle con el consiguiente impacto económico, puestos de trabajo, infraestructura y lo demás.

         La empresa utilizó el modelo clásico de los muelles de esa época, consistente de clavar rieles sobre el fondo marino para que funcionaran como pilares y sobre ellos, construyó la cama del puente en su totalidad de madera. La fórmula la replicó después la Refinería. Así que por algún tiempo Penco tuvo dos muelles casi gemelos situados a una corta distancia entre sí, alrededor de unas tres cuadras. La única diferencia estribaba en el propósito. El de DF muy activo embarcando y desembarcando mercaderías en complemento con el cabotaje y el muelle refinero, como hemos dicho en otros posts, se usaba sólo para la importación de insumos y los embarques de azúcar refinada a localidades del golfo de Arauco y del sur. Por este motivo era evidente que el DF tenía más actividad, porque se lo usaba para mercancias de todo tipo a un mercado más amplio. La empresa disponía de bodegas de acopio tanto en Playa Negra como en calle Talcahuano, hecho que nos sugiere la importancia y volumen de sus actividades comerciales.

         En general todos estos muelles desplegados sobre fondo marino bajo usaban faluchos para llevar las mercaderías del muelle al barco, fondeado a una distancia prudente para evitar el varamiento, y viceversa. Los faluchos son embarcaciones parecidos a los botes aunque de tamaño mucho mayor, para tolerar carga. No tenían medios propios de desplazamiento por lo que eran remolcados a veces en convoyes hacia el buque o hacia el muelle. El servicio de remolque y faluchos correspondía a empresas independientes de las propietarias de los terminales.

         Agreguemos que a comienzos de siglo se instaló en el predio de Playa Negra propiedad de Duncan Fox el molino El Globo. La molinera, de instalaciones de grandes proporciones, usaba también el muelle para su actividad económica. Sin embargo, esa empresa no alcanzó a desarrollarse del todo y terminó sus operaciones en Penco debido a un incendio que la destruyó en 1920.

          Bien, llegamos al punto en que nuestro razonamiento especulativo debe ser lo más atinado posible porque no tenemos antecedentes de cómo se traslaban las mercaderías a lo largo del muelle de Duncan Fox ya sea desde tierra al cabezal y desde ese punto a las bodegas. Sabemos que el muelle de la Refinería tenía un tendido de líneas de acero para acercar las cargas en vagones de cama plana, los que eran empujados por las clásicas locomotoras que hemos mencionado en otros posts. En el caso de DF sus bodegas de Playa Negra al igual que las de calle Talcahuano estaban conectadas a la red del ferrocarril. Pero, justo es reconocer que ese medio de transporte llegó a Penco por la iniciativa de Duncan Fox en 1889 como servicio para cargas y que después se hizo estatal. La duda que debemos reconocer aquí es si el muelle tenía un tendido de líneas para vagones de carga. Lo más probable es que sí para permitir el desplazamiento de carros de menor tamaño para el transporte. Lo que parece ser inobjetable es que DF no tuvo locomotoras especiales de arrastre o empuje como el muelle refinero. Por tal motivo nos quedan tres opciones motrices: que Duncan Fox hubiera tenido tractores para desplazar los vagones de carga entre ambos puntos, como ocurrió después con el muelle de Lirquén en los años 50. Que hubiese utilizado animales de tiro como yuntas de bueyes o caballos. Y la última opción, aunque la menos probable, que bajo determinadas circunstancias trabajadores fornidos del muelle hayan empujado carros por separado.

           Nuestro razonamiento especulativo termina aquí a la espera de poder reunir antecedentes o testimonios que no brinden certeza acerca de cómo operó el primer muelle de Penco que terminó su vida útil en 1941.

RESTOS DEL DESAPARECIDO muelle de Duncan Fox y parte del casco del vapor Perú, en Playa Negra.

Post Scriptum: Buena parte de esta información me fue proporcionada por Abel Soto Medina.

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