domingo, octubre 26, 2025

DERROCHE DE COLOR Y VIDA EN EL DESIERTO DE ATACAMA

 

Por Juan Espinoza Pereira, docente, desde Atacama.

En estos últimos años los medios de comunicación, tímidamente, han visibilizado ciertos aconteceres que son propios del norte, únicos e irrepetibles como el desierto florido de Atacama. Digo único, aunque en USA y Australia, así como en Perú también se produce este fenómeno, con la diferencia que para ellos es anual, a diferencia de lo que ocurre en esta parte del país, que deben darse ciertas condiciones para que se produzca la maravilla de la naturaleza: 30 a 40 mm de lluvia, dicha agua debe caer entre junio y julio y que la temperatura no debe exceder a 30° durante el proceso de germinación. Este año 2025 convergieron todas las variables para que la humanidad se admire de la naturaleza, y de paso de Atacama.

    Esta germinación de vida y colores se produce entre el norte de La Serena, Vallenar y Copiapó sólo por el borde costero hasta la carretera 5 norte, que es el lugar donde los viajeros se sorprenden al ver cómo la vastedad desértica a la cual estaban acostumbrados, comienza a tener colores y olores diferentes. El sector de La Serena no es tan atractivo ya que los cerros y planicies costeras están pobladas de vegetación xerófita verde durante todo el año; no obstante, es en Atacama donde todo sorprende, pues el desierto deja de serlo gracias a aquellas semillas que aparecieron en el cretácico (160 millones de años atrás) y se reproducen hasta nuestros días para brindarnos un espectáculo emocionante cada 5 a 10 años, hasta las nuevas lluvias. El lugar más apreciado para visitar, es el Parque Nacional Llanos de Challes, por su variedad de flora (orejas de zorro; añañucas rojas, amarillas y blancas; garra de león, lirios, canutillo, otros.)

OREJA DE ZORRO

    Quienes hemos sido acogido en esta maravillosa Atacama, no dejamos de sorprendernos ante estos vegetales que se nos ofrecen a nuestra vista, caracoles que estuvieron en latencia por años, ahora pululan por cerros, rocas y arenales intentando reproducirse para la próxima temporada; insectos que escasamente se aprecian ahora rodean a las personas como para decirles “aquí estamos nosotros, existimos;” conejos, liebres, culebras, zorros y enjambre de abejas que han viajados kilómetros para pedir prestado un poco de ese néctar para producir una de las mejores mieles del país que se produce en el Huasco (libre de varroa) y ni hablar de ese hermoso Guanaco que habita en la zona y tiene tanto que enseñarle a los seres humanos (el más fuerte siempre protege a la manada, los recién nacidos jamás se les abandona, el macho busca los mejores pastos para la manada y no solo para él, cuando uno de los integrantes va a morir, no se le abandona se le acompaña hasta que inicie el viaje). Tal vez por eso, es que grupo de investigadores (especialmente de Japón) están durante toda la temporada durmiendo, respirando, investigando este desierto florido con sus formidables instrumentos para captar cada momento en que se produzca algo que amerite ser investigado; familias europeas viajan grandes distancias para enseñarles a sus hijos(as) lo maravillosa que es la naturaleza, todos con un respeto irrestricto hacia cada milímetro de desierto florido, verlos caminar es como si lo hicieran sobre papel de arroz que no se destruye.

    Visión y actuación diferente a los connacionales, los arribistas de este “chilito” que se quedaron pegados en el mercado inmisericorde donde prima el tener y no el ser, donde el yo es lo único que importa olvidándose del nosotros, de la comunidad porque huele a comunismo. Así es como se pueden ver a “motoqueros”, “jeeperos” y enajenados en automóviles transgrediendo las normas del cuidado de la naturaleza, fotografiándose sobre la frágil floresta atacameña, cortando flores pisando y destruyendo semillas que han repetido este proceso por 160 millones de años, pero luego de su destrucción no serán más. Una planta aplastada, cortada, destruida desparece por siempre. Es probable que la señorita sea hermosa y posa con una amplia sonrisa para su selfie, pero ella no puede competir con flores que han estado por siempre ahí, es probable que el jovencito quiera probar su última adquisición tecnológica-mecánica, pero la flora no requiere probar nada, sólo es.

    ¿Por qué esta conducta de destruirlo todo? No es solo por ignorancia, sino la ausencia de narraciones sobre la naturaleza, del entorno. Narrar es desarrollar una historia sobre una realidad y, que entrega una identidad a las personas y crea el sentido de comunidad, de pertenencia. Entonces, la narración permite que el entorno tenga sentido y, es precisamente, de esto lo que adolecen las personas que vienen a Atacama a destruir esta maravilla natural, no se ocupan de escuchar los relatos del desierto florido, solo están por la inmediatez de una foto para subirla a sus redes sociales y decir: “yo estuve allí,” pero con la ausencia del asombro, la reflexión del por qué este fenómeno.


    Una añañuca pisoteada, es una juvenil indígena diaguita enamorada y engañada, que se fue al desierto para morir de pena y, cada cierto tiempo renace con la esperanza de encontrar a su amado; pisoteada es su muerte para siempre. La garra de león, no son más que una señal que ese lugar fue y es habitado por leones, por lo tanto, hay que alejarse de ahí, pues agazapado sobre un montículo puede saltar sobre su presa, incluye humanos. Esto fue y es contado por abuelos que viven alejados de las ciudades, en majadas y transfieren estos relatos a sus hijos, nietos y personas curiosas que se interesan por las narraciones. Que curioso que los europeos y asiáticos tengan estos relatos; ellos vienen no sólo por interés científico, sino que vienen a corroborar las historias que escucharon en sus países de orígenes. ¿Y los chilenos? Ni lo uno ni lo otro. Nosotros, pencones de nacimiento, pero atacameños de adopción y corazón, cada vez salimos a las praderas floridas, no nos queda más que maravillarnos de la naturaleza, ver a las niñas diaguitas esperanzadas, a los leones sobre los cerros y los zorros tras los guanacos. Todo hermoso por unas semanas en esta hermosa Atacama.
    ¡Un abrazo a la distancia para todos!
UN GUANACO fotografiado en el sector El Relincho.





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