Tres momentos en la vida de una actriz del cine. (Mi encuentro con ella fue verdadero, pero esta galería es una humorada). |
Me encontraba en esa ciudad norteamericana en una oportunidad y me sorprendió ver a la mismísima Úrsula Andress, ex Bond girl, frente a mí. No perdí un instante y me hice fotografiar a su lado, ella muy simpática condescendió espontáneamente. Hasta aquí, la historia que narro se refiere a celebridades mundiales.
Pero, también hay personalidades que alcanzan gran fama y reconocimiento en un medio local o regional. En los tiempos del auge industrial de Penco, esto fue entre los años 1940 y 1970, una situación parecida se daba a escala provincial. Porque la ciudad tenía mucha actividad relacionada con el deporte semi profesional y con la música. Entre los clubes de la zona brillaban estrellas del balompié regional y fuera de la cancha, esas personas hacían sus vidas comunes y corrientes. Si entonces hubiera sido posible, bueno habría sido andar con una cámara fotográfica para retratarse con ellos.
Uno se encontraba en la plaza, en la playa o en cualquier calle pencona con las celebridades locales, ésas que los niños admirábamos como si fueran modelos a seguir. Podemos enumerar algunos de esos nombres: “Melena” Cortés, “Peyo Chúcaro”, el arquero Gustavo Piturra, que había destacado en Santiago y que jugó un par de temporadas en Fanaloza, el “Chueco” Hormazábal, Onofre Pino, el “Zorro” Vidal.
Uno se encontraba en la plaza, en la playa o en cualquier calle pencona con las celebridades locales, ésas que los niños admirábamos como si fueran modelos a seguir. Podemos enumerar algunos de esos nombres: “Melena” Cortés, “Peyo Chúcaro”, el arquero Gustavo Piturra, que había destacado en Santiago y que jugó un par de temporadas en Fanaloza, el “Chueco” Hormazábal, Onofre Pino, el “Zorro” Vidal.
Como el boxeo también tenía luminarias, era cuestión de caminar por las calles para ver de cerca a Ulises Durán, Oliva o Ilufí. Estos hombres eran fieros en el cuadrilátero y siempre dieron triunfos a Penco. Cuando sonaba la campana recibían el caluroso espaldarazo del público pencón.
Mario Rey y su esposa, en su casa de Puente Alto, Santiago. |
Raúl Oliveros, en su casa de calle Alcázar en Penco. |
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