En los años sesenta batir récors se convirtió en una obsesión. Era una moda. Ejemplos: el récor de las tejedoras (mujeres que tejían bufandas, cuál la más larga y kilométrica), desafíos agotadores de
bandas de rock por tocar sin parar para inscribirse con una marca en alguna parte, etc. Penco no
estuvo ajeno. Jóvenes de la población Perú
anotaron el récor mundial, de jugar un partido de babyfútbol
durante 59 horas seguidas. La maratónica prueba de resistencia física se
cumplió entre el 27 y el 29 de diciembre de 1967. Este último mes de 2015 se
cumplen 48 años de esa prueba cuyo escenario fue el gimnasio de Fanaloza. Los
diez muchachos de entonces que se comprometieron en establecer la marca fueron
los siguientes: Jorge Arce, Sixto Muñoz, Ramón Rivera, Héctor Cruces, René
Otárola, José Ortiz, Hermenegildo Macaya, Carlos Fuentes, Manuel Peña y Ramón
Segura. Los cinco primeros ya han fallecido.
Los diarios y las radios de
Concepción informaron de esta prueba que se proponía romper el récor logrado semanas
antes por jóvenes de San Carlos, al conseguir jugar de forma continuada 36
horas. Entonces, Jorge Arce concibió la idea que en Penco también se podía intentar
algo parecido y convocó a otros nueve muchachos amigos para aceptar el reto. Les
dijo que el compromiso era jugar 40 horas. Y él mismo fijó las reglas: los
jugadores tenían que ser diez sin reservas, cinco por lado y que jugarían dos
horas continuadas con un descanso de cinco minutos cada vez para ir al baño y
tomar algún alimento.
El match tenía un doble propósito: establecer una nueva marca mundial y reunir fondos para la creación de un nuevo club de fútbol que se llamaría Unión Juventud de Penco. El inicio de la prueba fue a las 10 de la mañana del 27 de diciembre. Hasta el camarín de los muchachos llegó la señora Cristina Tejos quien llevó la imagen de la Virgen del Carmen en un cuadro como un apoyo espiritual para los participantes. Previamente el comercio local adhirió al proyecto y la maratón futbolera se publicitó ampliamente en vitrinas y escaparates.
José Ortiz y su hermano Ricardo. |
El partido fue conducido por una
serie de árbitros siendo Mario Zúñiga el encargado de dar el pitazo inicial.
Numeroso público comenzó a congregarse en el recinto locero y a lo largo de las
horas fue renovándose. El apoyo a los competidores llegaba desde la galería. A
lo largo de las horas se presentaron en el lugar funcionarios municipales con
el encargo de dotar a los jugadores de zapatillas y tenidas deportivas.
En conversación con este blog,
José Ortiz, uno de los protagonistas contó que un espaldarazo importante lo dio
Javier Marchant un técnico en alimentación deportiva que vivía en Concepción y
que dijo haber apoyado al scratch de Brasil en una de sus actuaciones en
Chile. “La comida consistía de porotillos verdes cocidos. Marchant nos prohibió
tomar agua y el único líquido que nos suministraba era coca-cola con nescafé.
Nada más”, nos dijo Ortiz.
El nutricionista les hizo una
broma, con motivo del 28 de diciembre día de los Santos Inocentes. Hizo
publicar en un diario de Concepción que un equipo de Carrascal Santiago acababa
de batir un nuevo récor: ¡cincuenta horas jugando babyfútbol! (mentira que no aclaró hasta el final). Y los muchachos
de Penco se habían propuesto cuarenta horas, entonces habría que redoblar esfuerzos
si se quería seguir adelante. “Esa noticia al comienzo nos echó los ánimos al suelo, pero al
poco rato nos recuperamos y nos propusimos superar esa meta también”, recordó
José Ortiz.
“A medida que más jugábamos, más
lentas pasaban las horas. Al final comenzamos a sufrir alucinaciones por el
agotamiento. Yo veía que el gimnasio estaba lleno de árboles y que el piso era
completamente irregular”, agregó Ortiz haciendo recuerdos.
A las 9 de la noche del 29 de
diciembre sonó el pitazo final, en medio de aplausos y vivas de muchas personas
que asistieron a presenciar el desenlace. Los muchachos habían jugado 59 horas
e inscribían a Penco con un nuevo récor mundial de babyfútbol. Todos estaban
exhautos pero en buenas condiciones. Sólo uno de ellos, Carlos canario Fuentes tuvo que ser llevado al hospital de Lirquén donde se le suministró
oxígeno y después, conducido a su casa. Fue al término del partido que Marchant
les dijo a los jugadores que lo del récor de Carrascal fue una pitanza.
Los fondos que se recaudaron
ayudaron a la creación del club Unión Juventud de Penco, que alcanzó a participar un
año en las competencias amateurs de la ciudad para posteriormente desaparecer. El
gran atleta de Penco Rolando Sandoval habló después con José Ortiz y le dijo
que aparte de ser el mejor jugador en la cancha, reunía todas las condiciones
para dedicarse al fondismo. “Tú serías muy bueno para correr una maratón”, le
recomendó Sandoval considerando la prueba recién cumplida desde su particular punto de vista,
su pasión por el atletismo de largo aliento.
6 comentarios:
donde se puede comprobar que el record es legitimo ya que he buscado en la pagina oficial de los record mundiales y no encuentro nada
seria mas interesante saber la fuente de este espectacular logro.
Estimado lector, las fuentes están en el texto: el diario El Sur y el testimonio de uno de los protagonistas. Hace casi 50 años no existían las tecnologías que tenemos hoy, por tanto, era muy difícil matricular estos logros en registros internacionales aceptados. Sólo nos queda dar fe de lo que decía la prensa de la época que escribió "récor mundial". Suponemos que el diario tenía sus fuentes para usar esa expresión sin que después haya habido desmentidos.
parece que el "aún vigente" ya no corre http://www.guinnessworldrecords.es/world-records/longest-marathon-playing-five-a-side-football-(soccer)
70 hrs y 3 minutos jugados este año.
Hola es verdad es mi tio manolo peña me lo conto hace 34 anos quizas no lo publicaron genial ahora recien vi esto en facebook. Ahora tengo 44 ojala hallan reconocimiento
Hola si , el record es veridico mi padre participo de esa equipo de jovenos y hace un tiempo atraz se le realizo un refonocimiento en Penco.
Publicar un comentario