Teclado y barras de un órgano Hammond. (Fotograma de Youtube). |
Las radios de Concepción y Talcahuano, que se oían en Penco
(no había una emisora local, tampoco televisión), revolucionaron la música que le gente estaba
acostumbrada escuchar al reproducir a cada rato el impacto que asombraba al
mundo y que venía de México: las interpretaciones de un músico ciego, nacido en
Aguas Calientes, que había logrado el prodigio de hacer cantar como ser humano
a un órgano, o sea, a un instrumento de barras, teclados, pedales y fuelles, inanimado. ¡Claro que
era sorprendente!
Composiciones tradicionales del cancionero mexicano reproducían
las radios de la zona pero cantadas por ese poco común instrumento musical con varios teclados. El talento fue del músico Ernesto Hill (el apellido aparece escrito en inglés, en español correcto es Gil) Olvera, quien había
estudiado música y con muchas horas de dedicación logró hacer sonar como con
voz humana a un órgano Hammond.
A este respecto, uno puede leer en el sitio
enlacefunkextranet.blogspot.com lo siguiente: «Valiéndose del órgano Hammond, (Hill
Olvera) descubrió que al abrir gradualmente las barras, se formaban las vocales
y del movimiento de las mismas se iban formando las palabras. Luego, en el
momento de la ejecución, con su mano izquierda habilitaba una u otra
combinación, en tiempo real, combinándola con ciertos giros musicales que
simulaban los sonidos del habla. Otros músicos como Amado Melín en Argentina, y
Evaristo Enríquez Zavala y Luis Fernando Zepeda en México hicieron el mismo
descubrimiento y perfeccionaron la técnica».
Hill Olvera, quien perdió la vista por el destello de un
relámpago cuando era guagua, murió a edad de 30 años en 1957. Este novedoso
estilo de hacer música popular no persistió en el tiempo y los pocos que la
practican hoy lo hacen solamente en fiestas o reuniones familiares, según se
dice en internet.
El organista Ernesto Hill Olvera ejecutando el tema «Un Viejo Amor». (Fotograma de Youtube). |
Pues bien, en Penco, decíamos, estas canciones interpretadas por las notas de un Hammond estaban en boca de todos, no por la
lírica o la melodía que ya eran bastante conocidas, sino por la novedad de ser
emitidas por un instrumento semejando a humanos. Cuando la gente oía «Un viejo
amor», «Reloj», «Vereda Tropical» ejecutados por Hill Olvera en su órgano
hablador era una admiración. «Se le entiende todito», comentaba sorprendida la
señora Chela, una vecina de calle Yerbas Buenas, aficionada a oír la radio. Por
esos mismos días de finales de los 50, se anunció la presentación de un show,
de aquellos de artistas en gira, en el
Hogar Gimnasio Fanaloza. «Ojalá que venga a Penco ese tal Hill Olovera», decía esperanzado y a título de escopeta un trabajador de Vipla de Lirquén de apellido Carrasco… Coincidió esto que narramos con visitas habituales que grupos de artistas populares realizaban a distintos pueblos del país. Y a Penco llegaron los cantantes al escenario del
gimnasio locero, recinto que se colmó de público, como siempre ocurría con estos
espectáculos en vivo. Pero, no vino el esperado (sin razón alguna, porque nunca se habló de eso) ejecutante
del órgano hablador. (Siempre me pregunté por qué hubo gente que se ilusionó con esa
fantasía). Pero, sí el plato fuerte de esa noche fue el excelente músico
chileno Ariel Arancibia, quien se las mandó con un solo de guitarra eléctrica,
extraordinario. «Yo oí que hizo hablar la guitarra», dijo con fino humor el «Pirincho» Contreras al término
del espectáculo afirmación que desató la risa del Lucho Sandoval y de otros que lo rodeaban.
1 comentario:
El descubridor de la técnica para hacer "hablar" al órgano Hammond fue el maestro Evaristo Enríquez
"Tito Enríquez" el fue quien enseño a Ernesto Hill Olvera. Dicha técnica. Dejo este dato para su difusión. Gracias.
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