El profesor Rosauro Montero, su esposa, la señora Lidia Donoso, y el ingeniero químico, don Fernando Pulgar Ávalos, durante un té en casa de los Montero-Donoso en Penco. |
NOTA DE LA EDITORIAL: El texto que está a continuación nos lo envió don Fernando Pulgar Ávalos, ex ingeniero químico de Fanaloza, industria en la que trabajó entre 1953 y 1957. Ese año se trasladó a Viña del Mar donde reside; allí trabajó en la Refinería de Petróleos de Concón. En enero de este año hizo un viaje a Penco, el primero en 62 años. En este relato nos habla de las emociones en su reencuentro con Penco, otros lugares de la zona y sus grandes amigos de entonces.
¡CÓMO HAN CAMBIADO LOS TIEMPOS!
Por Fernando Pulgar Ávalos
Invitado gentilmente por el matrimonio de Luis
Quiñones Escobar y esposa Julia Constanzo, amigos de larga data, arribé a
Concepción el 9 de Enero del 2019.
Ellos
son oriundos de Valparaíso y ambos, profesionales titulados en la Universidad
Católica del puerto. Ahora están radicados en Concepción, donde él es docente
de su Universidad.
Al
día siguiente, recorrimos el Campus Universitario en torno al Campanil y las
Facultades en los cerros que le rodean. Acogedor ambiente de jardines, lagunas
y lugares recreacionales y culturales, siendo de especial atención el Memorial en recuerdo de las personas de esta Universidad caídas durante la dictadura
cívico-militar desde 1973 a 1980.
En
la mañana del 11 de enero fuimos Talcahuano: la Ventoteca, tradicional por sus
pescados y mariscos, la ciudad y sus cerros. Llegamos hasta la caleta de
Tumbes, muy bien reconstruida, como otras caletas y ciudades costeras
devastadas por el maremoto (tsunami) del 2010. Regresamos a Concepción con dos
grandes sierras para el consumo hogareño.
Por
la tarde fuimos a PENCO, a la casa del profesor normalista Rosauro Montero
Henríquez y su esposa Lidia Donoso Aguayo en calle Maipú 325, junto a la plaza.
Durante
una rica y conversada once, recordamos los altibajos históricos que enfrentaron
sus habitantes, provocados por la naturaleza y por seres humanos, en especial
en lo político, laboral, educacional y social.
En
1953 conocí a Rosauro, hijo, recién recibido de profesor normalista y a sus
padres y hermano, pues fui pensionista en su hogar, cuando yo empezaba a
trabajar en FANALOZA. Ese mismo año
llegó también a Penco Juan Arroyo Menke, colega ingeniero químico que trabajó
por 3 décadas en esa industria. Él tuvo además una destacada labor social y educacional,
entre ellas contribuyendo a crear junto a Rosauro Montero Henríquez, el Dr.
Emilio Suárez y otros, el primer Liceo de Penco.
Juan Arroyo Menke. |
El
colega y amigo Juan Arroyo Menke
falleció en Santiago en el 2018.
Otras
personas recordadas en esta ocasión fueron: Mario Rojas Ibáñez y esposa
Brunilda Bustos, Carlos Ibáñez Paredes y esposa América Petinelli, Cecilia
Martin Reynolds, enfermera jefe de entonces
Clínica CRAV, Delia Concha, matrona de esa misma clínica.
Roberto
Navarrete, contador de CRAV, Ema Cortés Recabarren, también contadora de CRAV,
Armando Jofré, dueño de Panadería.
En
esos años ya Penco tenía 30 mil habitantes y en plena actividad, 2 importantes
industrias: la Refinería de Azúcar CRAV y la de cerámica FANALOZA, desaparecida
la primera por varias razones...
PENCO
es hoy una ciudad moderna y progresista, orgullosa de su antigua historia
(Museo); su hermosa Plaza rediseñada y su estero navegable por 2 “Góndolas
Venecianas".
El
sábado 12 de Enero nos dirigimos a Chillán, recorriendo su polifacético Mercado
de frutas, verduras, artesanías, muebles, ropas, etc. Recordemos que en 1905
FANALOZA producía ya "porcelana dura" de aspecto fino y elegante que
se vendía en Concepción y ciudades vecinas. Pero el éxito detonante fue la
entrada de esa loza de PENCO en la Feria Tradicional de Chillán. Muchas
personas se negaban a creer que fuera hecha en el país. La loza de Penco llevó desde su nacimiento su
sitio de origen y su calidad de chilena.
¡Cómo
han cambiado los tiempos!
Don Fernando Pulgar observa la bahía desde la costanera de Cocholgüe, en Tomé. |
Nuestro
viaje al sur de recuerdos culminó el domingo 13 de enero del 2019 en la Caleta
Cocholgüe, más allá de Tomé.
Allí
se reconstruyó también este lugar turístico muy visitado por los penquistas.
En
el restaurant EL PARRÓN tuvimos un regio almuerzo junto al mar, con la grata
compañía de toda la familia Quiñones
Constanzo.
(Nota:
Gracias a todos los amigos y amigas por las atenciones recibidas en mi visita. Saludos
y hasta vista: Fernando).
2 comentarios:
Muchas gracias por las entrevistas realizadas a mi padre Sr. Fernando Pulgar Avalos.
Hoy se cumple un agno de su partida y su legado cultural, politico y familiar seguira entre los que estuvimos cercanos a el.
El estuvo muy motivado y gratificado con vuestra visita.. Conversacion que le hizo recordar sus inicios y desarrollos profesionales.
Hola, ante todo mis condolencias, aunque un poco tardías porque carecía de la información de su fallecimiento. Don Fernando dejó muchos amigos en Penco, la mayoría de los cuales ya han partido. Él fue muy cordial en la visita que realicé a su casa en Viña así como en la correspondencia que sostuvimos a lo largo de un par de años. Saludos.
Publicar un comentario