jueves, marzo 21, 2019

SEMEJANZA ENTRE UN EDIFICIO POLACO Y EL EX MERCADO PENQUISTA

Compare usted la similitud de ambas construcciones.

                   Expresiones de asombro e incredulidad entre miembros de la Sociedad de Historia de Penco (SHP), suscitó la foto que les mostró el presidente de la entidad, Jaime Robles, que él captó en una sala de exposiciones sobre arquitectura en Berlín, durante su reciente visita a la capital alemana, y que muestra un edificio de gran parecido al antiguo mercado municipal de Concepción de calle Caupolicán que se incendió el 2013.

                Según la lectura en inglés y en alemán que acompaña a la imagen, el edificio fue un centro industrial que se levantó alrededor de 1932 en Gdynia, el puerto pesquero polaco del Báltico. Añade el texto que para algunos la estructura hace referencia a las cuadernas y casco de un barco, otros ven en el edificio lateral balcones de viviendas o el puente de un capitán. Y hay quienes dicen que la idea evoca los hangares de la aviación que se construyeron entre las dos Guerras Mundiales. El edificio es innovador y pertenece a la tendencia Bauhaus que se imponía en el norte de Europa. Sin embargo, aunque siga habiendo interpretaciones poéticas o estéticas sobre la forma y la línea, definitivamente para nosotros los pencones “ese edificio era igual al mercado de Conce”.
Expuesta a la indiferencia luce sus estructuras
desnudas el ex mercado municipal.

      El arquitecto del ex mercado penquista, hoy abandonado con sus huesos chamuscados expuestos al sol y la lluvia, fue el húngaro Tibor Weiner, quien siguió el modelo del flamante edificio de Polonia. Weiner llegó a Chile en 1939 procedente de Francia. La prensa penquista ha dicho que venía a bordo del “Winnipeg”, pero no existe evidencia que haya sido así. Se sabe que a Valparaíso arribó algún tiempo después del barco contratado por Pablo Neruda para traer a ciudadanos españoles que huían de la guerra civil. Igualmente, Weiner vivía atemorizado y necesitaba un refugio, puesto que aquel ambiente pre bélico, incierto y de furiosas persecuciones contra los judíos e izquierdistas en Alemania durante la década del 30 amenazaba con extenderse y hacerse más brutal.
TIBOR WEINER (1906/1965).
        Para el medio arquitectónico y académico chileno, el arquitecto húngaro venía empapado de la revolucionaria escuela de Bauhaus que surgió en la ciudad alemana Weimar en 1919 y cuyo fundador fue Walter Gropius. La Bauhaus constituyó una corriente innovadora, irruptiva, en el diseño, la arquitectura y el urbanismo, de enorme impacto especialmente en el mundo de la arquitectura. Sin embargo, el nacismo que comenzaba a crecer, cortó las alas de sus adeptos y cultores, quienes debieron emigrar de Alemania para continuar sus proyectos inspiradores. Tibor Weiner buscó amparo en la Unión Soviética con otros colegas, siguiendo los pasos de su maestro Hannes Meyer, expulsado este último de la dirección de la Bauhaus. En Moscú ejerció la docencia en la Escuela Superior de Arquitectura moscovita de 1931 a 1932. Trabajó también en proyectos sociales y públicos. Pero, allí lo que parecía una taza de leche al poco andar se convirtió en un infierno. Las purgas iniciadas por el régimen de Stalin le significaron la expulsión en 1937 de la URSS. Se vio forzado a viajar a Francia, donde permaneció 2 años. En París conoció a la periodista Judith Vajda, también húngara, con quien se casó y con ella se embarcó rumbo a Chile en 1939. 

           Ya en nuestro país y luego de participar en varios proyectos, después de 5 años en Chile su amigo el ingeniero estructural, de origen húngaro, Carlos Sandor, lo contactó con la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile donde fue admitido en virtud de sus méritos justo cuando allí había una ebullición por cambios y modernización. En 1946 en esa unidad académica se convirtió en uno de los adalides de la reforma de la enseñanza de la disciplina que exigían los estudiantes quienes buscaban ideas nuevas especialmente las que provenían de Europa. Pero, en el horizonte de su vida en Chile aparecieron nubarrones. En 1948 Weiner tuvo que irse del país por su sesgo de izquierda con su esposa y sus dos hijas chilenas. La entrada en vigencia de la llamada “Ley Maldita” que dejó a los comunistas al margen de la legalidad  implantada por el presidente González Videla no le dejó otra opción. La esposa de Tibor, Judith estaba enlistada en el partido y ejercía en el diario El Siglo, órgano de prensa del PC.  Weiner y su familia regresaron a Budapest donde prosiguió su fructífera tarea creativa. En 1965 murió en su Hungría natal.
Profesores y arquitectos despiden a Tibor Weiner en el aeropuerto de Los Cerrillos, 1948. Foto tomada de www.plataformaarquitectura.cl
El magnífico y elegante edificio de la Intendencia de la Región de Ñuble, obra de Weiner,.
La huella de Tibor Weiner permanece imborrable en el cuartel de bomberos de Chillán. Foto tomada de chillanhistoriaytradicion.blogspot.com
           El arquitecto chileno Daniel Talesnik en un trabajo de investigación para la Universidad de Chile se enfocó en la vida profesional y académica de Tibor Weiner. Enumera algunas de sus obras más conocidas: diseñó junto a Ricardo Müller la última etapa del Estadio Nacional, la que fue materializada después de su inauguración; construyó casas en Ñuñoa y Recoleta, también proyectó el inmueble de la Caja de Ahorros de Avenida Matta (hoy sucursal de Banco Estado); en Chillán proyectó el magnífico edificio que es hoy la Intendencia de la Región de Ñuble y el rupturista inmueble del cuerpo de bomberos de esa ciudad. Y, por último, nuestro recordado mercado de Concepción que rememora, según podemos constatar hoy,  aquel innovador centro industrial de Gdynia.

           Simplemente para que vean, toda la historia que puede existir detrás de una simple fotografía...
El Centro Industrial de Gdynia, Polonia, 1932. (Foto de Jaime Robles).
  
     


No hay comentarios.: