El señor Óscar Contreras; el doctor Suárez, y el señor Luis Navarrete, integrantes de la primera directiva del Rotary Club de Penco 1958-1959. |
Durante el segundo
semestre de 1958 un importante evento social que redundaría en beneficio para la comuna se registró en Penco: la fundación del Rotary Club, cuya carta de constitución de dio a conocer el 3 de septiembre de ese año. Los 21 socios iniciales participaron de la primera
reunión formal bajo el título Recepción de la Carta
Constitutiva, evento que se programó para el 23 de octubre siguiente y que consistió en una fiesta de gala, que se
realizó en el nuevo Grupo Escolar de Penco (actual Escuela Isla de
Pascua).
La primera directiva fue la siguiente: presidente, Óscar
Contreras Yáñez; vice presidente, Emilio Suárez Ordóñez;
secretario Víctor Alfonso Melo Melo; tesorero Luis Navarrete
Valenzuela; directores: Óscar Olavarría Echiburú e Ismael Gómez
Salas; macero Manuel Ruiz Riquelme.
En los documentos
históricos facilitados a nuestro blog por Luis Navarrete hijo se lee la
lista de los miembros fundadores, su actividad profesional, y sus
cónyuges. La nómina se publicó a propósito de los
participantes de la gala. Es la siguiente y se estructuró por orden
alfabético:
Juan Arroyo Menke
(técnico químico), Elena Díaz de Arroyo;
Luis Barra Concha
(pagador Fanaloza), Teresa Martínez de Barra;
Óscar Contreras Yáñez
(asesor Fanaloza), Ema Torres de Contreras;
Eduardo Dueñas Muñoz
(contador), Laura Eriz de Dueñas;
Ramón Espinosa Domínguez
(contaduría Fanaloza), María Inostroza de Espinosa;
Ismael Gómez Salas
(técnico de minas), Guacolda Sandoval de Gómez;
Luis Jara González
(técnico sanitarios Fanaloza);
Ricardo Manzi Benavente
(vendedor productos petróleo), María Angélica Jones de Manzi;
Víctor Alfonso Melo Melo
(industrial Panificador), Rina Zúñiga de Melo;
Luis Navarrete Valenzuela
(comercio de menajes), Luz Fehrenberg de Navarrete;
Óscar Olavarría
Echiburú (comercio de farmacia), Pastora Opazo de Olavarría;
Baldomero Paschan del
Pino (ingeniero mecánico), Luzmira Ortiz de Paschan;
Sergio Ravanal Seguel
(teniente de Carabineros), María C. de Ravanal;
Mario Rojas Ibáñez
(Forestal S.A.), Bruny de Rojas;
Manuel Ruiz Riquelme
(jefe pagadores Fanaloza), Emilia Arroyo de Ruiz;
Carlos Salazar Núñez
(Refinería de Azúcar),
Emilio Suárez Ordóñez
(médico cirujano), Inés Braun de Suárez;
Armando Torres Benavente
(industrial maderero), Irma de Torres;
Miguel Valenzuela
Quilodrán (Compañía Portuaria), Olimpia Puga de Valenzuela;
Mario Villa Sánchez
(profesor de estado);
Milton Zurita Rivas (jefe
de turnos Fanaloza), María Valderrama de Zurita.
El lugar de la gala fue
el gimnasio del Grupo Escolar, edificio que estaba recién terminado.
Concedió la autorización para usar el inmueble el Director
Provincial de Educación Primaria Efraín Campana Silva, gracias a
las intermediaciones realizadas por el doctor Suárez y el señor
Navarrete.
EL MENÚ
Aperitivo
Jalea “Rotary”
Consomé
Pavo con ensalada
Helados con fruta
Este menú se preparó
mayormente en la casa del doctor Suárez, de calle Penco 260 a unos
200 metros del lugar de la reunión social. Manuel Suárez, recuerda
hoy algunos detalles de la preparación del menú en la casa de sus
padres. “La jalea 'Rotary', en realidad era gelatina de origen
animal que se servía en una tacita de café. Y se llamaba 'Rotary'
porque mi mamá mandó a hacer un molde chico con el formato de la
rueda dentada, emblema de los rotarios, con el que se cortaron las
rodajas de zanahoria, añadidas en la jalea. Entonces el aspecto al
ser presentada en la mesa era rotaria por donde se la mirara. Con
respecto al consomé fue el mismo que conocemos hoy. El plato fuerte
que consistía en pavo y ensaladas era seguramente pechuga de pavo.
Para entonces ya comenzaban a imponerse en Penco las comidas
saludables y no pantagruélicas. Nada de estos último, todo muy
frugal. Y el postre helado con fruta era una macedonia con una
porción de helado encima. Bueno, el café era de cafetera no se
había impuesto aún la cultura del café soluble”.
CENA DEL ROTARY: El doctor Emilio Suárez, segundo de izquierda a derecha, la señora Elena Díaz de Arroyo, don Juan Arroyo Menke, la señor Inés Braun de Suárez y el señor Víctor Melo. |
Pues bien, se usó el gimnasio porque el programa incluía un baile después de la cena. El gran espacio de
la cancha de básquetbol permitía esa celebración con holgura. Aunque en los documentos disponibles no aparece la información, debieron concurrir
también las directivas de los clubes rotarios de Concepción, Tomé
e invitados especiales. Tampoco se supo si hubo un orquesta con música en
vivo, pero problemente sí.
En la hoja del menú se
lee al pie:
“No hay corazón puro
que no sea apasionado,
no hay virtud segura que
no sea entusiasta”.
Una hoja escrita a máquina para los socios que circuló esa vez decía: "Finalmente se informa
que el Rotary de Penco sesiona los
sábado a la hora del almuerzo en el local del casino de empleados de
Fanaloza, Las Heras 405". (Ahí existe hoy un colegio). Importante es
destacar que el Rotary Club se enfoca en atender suntos sociales de
asistencia y ayuda a la comunidad en forma voluntaria y que en el
caso de Penco su labor ha sido históricamente fructífera.
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NOTA APARTE
Para hermosear y
distinguir el gimnasio de la escuela con motivo de esta ocasión tan
importante, la señora Inés Braun de Suárez dispuso por iniciativa
propia la confección de una gran bandera chilena hecha toda de seda
de primera calidad, dado que las del comercio eran
por lo general de algodón. Esta tenía que ser una bandera especial. Junto a Olguita Velásquez, ambas cortaron el material según
las medidas que exige el protocolo y en un día de trabajo el emblema
nacional hecho en casa estuvo terminado. La hermosa bandera se
desplegó en un lugar destacado y fue la admiración de las personas presentes en la reunión. Terminada la gala y cuando todos se
retiraron, la señora Elena Díaz de Arroyo le dijo a la señora Inés, de quien era muy amiga, que se llevara su bandera. Y esta última,
agotada de tanta actividad, le respondió que la recogería al otro
día. A la mañana siguiente cuando fue al
Grupo Escolar para retirar sus cosas, la bandera no estaba. Hubo sospechas fundadas de quien se la llevó
para su casa sin permiso. Fue alguien conspicuo, ajeno a la
fiesta que podía acceder al recinto escolar en otras horas. Sin embargo, los organizadores, en un acto de buena educación, no le dieron más importancia a este bochorno y mantuvieron la reserva.
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