jueves, abril 09, 2020

INCENDIO DEL «GRAN HOTEL CODDOU» EN 1925

NOTA DE LA EDITORIAL: El texto que publicamos a continuación fue escrito por mi padre Manuel Palma Ruiz y cuyo contenido con valor histórico para la comuna de Penco refiere a los orígenes del cuerpo de bomberos. El artículo se publicó en la revista «Pan de Azúcar» (*), medio impreso que circulaba entre el personal de CRAV. Palma Ruiz fue un activo bombero pencón y se desempeñó a la cabeza del servicio de seguridad en el trabajo en la Refinería de Azúcar. El relato lo presentamos íntegro como se puede apreciar en la foto al pie. El material gráfico fue cedido por Abel Soto, colaborador de este blog.

RECUERDOS DE 50 AÑOS

HACE 50 AÑOS LA FÁBRICA DE PENCO 
PRACTICABA SEGURIDAD

Por Manuel Antonio Palma Ruiz
    
       LA BOMBA REFINERÍA.- Sirvan estas líneas como un recuerdo hacia los antiguos y visionarios ex-refineros que con gran entusiasmo dieron vida al Cuerpo de Bomberos de Penco.
       En vísperas de cumplir la Primera Compañía 50 años(**) de su fundación, bueno es, recordar un hecho digno de mención y que tuvo lugar en el seno de CRAV, en este terruño que se llama Penco (en mapuche «agua buena»).
        Corría Noviembre del año 1927 y un grupo de empleados y operarios de la industria estaban preocupados de las consecuencias ocasionadas por los incendios ocurridos en la localidad, entre ellos el Molino El Globo de Playa Negra y el Gran Hotel de Turismo «Coddou», que era de 2 pisos y estaba en la cuadra adyacente a la estación de los ferrocarriles del Estado.
Las bombas de Concepción habían llegado demasiado tarde por la distancia y el mal camino, y verdaderamente su trabajo no sirvió de nada, porque, según el dicho bomberil «el fuego no espera». Por estas razones nuestros hombres estaban temerosos de que algún día ardiera la fábrica en que ellos se ganaban el sustento y no hubiera medios ni hombres preparados para combatir el incendio y tuvieron que ver cómo desaparecía su fuente de trabajo.

            El 30 del mencionado mes, hubo una citación para reunirse en una de las oficinas administrativas de la industria y con el único fin de fundar una Compañía de Bomberos. Nació así la Primera Compañía de Bomberos de Penco con el nombre de BOMBA REFINERÍA.
          En su inicio y gracias a la colaboración de la Administración de aquellos tiempos fue posible contar con un cuartel, el que era una pequeña vasa de dos aguas, y quedaba donde hoy existe la marquesina de carga en la Bodega de Azúcar Refinada. Su primer material fue un auto dado de baja en la industria, marca Dodge, el que con el entusiasmo de todos los voluntarios fue convertido en carro bomba. Su nombre fue «Manuel Prieto N.» en recuerdo al Sub-Administrador de aquella época.
              De los fundadores permanece en el recuerdo el ciudadano alemán Eduardo Malzahan Biel, marinero del buque alemán DRESDEN, confinado en la isla Quiriquina y que una vez terminado el conflicto mundial optó por radicarse en Penco, desempeñándose como Jefe de Maestranza en la Planta de Penco. Fue uno de los primeros Capitanes que tuvo la Compañía, y desde hace varios años desaparecido.
            El terremoto del 1939 comprobó que con la dotación de 30 hombres no podía satisfacer las necesidades de un pueblo en crecimiento y menos en situaciones de emergencia, como la que creó el sismo que comprometió en esa fecha a las provincias del sur y que mucho daño originó a Penco y CRAV. Los hombres que la dirigían por entonces pensaron en aumentar la dotación en 20 voluntarios y fue así como pronto se reclutó dentro del establecimiento el personal que se necesitaba y la Compañía pudo disponer de dos secciones: Agua y Escalas. La Bomba Refinería fue la base para la fundación del Cuerpo de Bomberos de Penco, lo que aconteció el 13 de Marzo de 1942, día también en el que se fundó la Segunda Compañía a basa de la Sección Escalas de la Primera.
           Cuando la Bomba Refinería se acerca a sus 50 años de vida, vaya un modesto homenaje a sus pioneros y al Voluntario fundador y ex-refinero, español nacionalizado don Carlos Hernández Page, que pese a sus años, hace vida de cuartel y viste con orgullo la roja cotona primerina.


(*) La publicación correspondería a comienzos de los años 70.

(**) Vísperas de los 50 años es una figura retórica empleada por el autor, es en cierto modo, una forma de decir que la insitución a la que se hace referencia llegó a la edad adulta. El epígrafe Recuerdos de 50 años corresponde a una serie de crónicas de este estilo. 

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