Imaginemos las calles de Penco en los años 40, gente por aquí y por allá haciendo trámites, compras o simplemente paseando. Cuatro hermanas frecuentaban también ir por ahí como todos, eran las profesoras Rodríguez o, como les decían sus vecinos, «las señoritas Rodríguez». Y una día junto con ellas, en amena conversación, caminó por nuestras calles Gabriela Mistral. Si estas fueran las imágenes para un documental de época, un editor de video las apoyaría con la melancolía de tangos, el salero del charleston, o tal vez con la voz del superestar Lucho Gatica. Pero, mejor entremos en el documental y enfoquémonos en las imágenes particulares de las señoritas Rodríguez. En lo formal, ellas seguían la moda; y cuando no compensaban presentándose de punta en blanco.
Por ejemplo, la señorita Ludomila Rodríguez, a quien cariñosamente le
decían la «Lulito»,
profesora de la escuela N°32 de niñas, vestía impecablemente. Siempre muy bien pintada
ella, en especial sus labios. Nada que decir del peinado, prolijo hasta el último detalle.
Y las medias de seda, también. Motivo de su preocupación era que la
costura estuviera en línea perfecta con su peroné. Nada de medias
chuecas y torcidas, menos aún con los puntos idos. No.
LAS SEÑORITAS RODRIGUEZ en una foto del libro de Víctor Hugo Figueroa. Suponemos que tres de ellas son las que aparecen sin delantal blanco. |
La «Lulito»
era la segunda de cuatro hermanas, conocidas en Penco como las
señoritas Rodríguez. (Rodríguez Poblete). La mayor se llamaba Ana
Elvira, de una personalidad muy dulce, según nos cuenta la profesora
de inglés de Penco, hoy con residencia en Concepción, Luz Irene
Contreras quien las conoció bien porque eran sus vecinas en calle
Cochrane. La tercera se llamaba Rosa Elena y la cuarta, Carmen Rosa,
inteligente y jovial, de acuerdo con la descripción de la misma fuente.
GABRIELA MISTRAL |
«Yo
las visitaba con alguna frecuencia, porque vivíamos al lado»,
nos dijo Luz Irene. Y nos contó una curiosidad: «En
una ocasión, mientras me encontraba en el comedor de su casa
conversando con ellas, me dijeron “fíjate que en esa silla se
sentó a tomar té con nosotras Gabriela Mistral. Y ésta es la taza
que ella usó, la guardamos como reliquia”. Yo debí poner cara de
incredulidad o de sorpresa, pero ellas insistieron y estaban muy orgullosas. Eso pudo ocurrir
durante alguna visita que la poetisa haya hecho a la escuela N°32 y
las señoritas Rodríguez, profesoras del plantel, la invitaron a un
té en su casa. ¿Por qué no? Si vivían a cuadra y media. Ellas me
contaron este epidosio muy serias.
Doy fe de lo que me narraron aunque no poseo otra
información». ₁
LUZ IRENE CONTRERAS |
El poeta y profesor
pencón Enrique Fernández dedicó un par de versos a las señoritas
Rodríguez, en un poema que él tituló «Escuelas»
escrito a fines de los 80 que reconoce la dedicación por
enseñar de estas hermanas. Dicen esos versos:
«Es
digna de mención, la destacada labor docente,
que,
desempeñaron en esa ocasión las señoritas
Rodríguez
Poblete, dispuestas en aulas diferentes.
[…]
La
Elemental de Mujeres, similar senda los varones
1920, regidas por señoras: Bauxton, Prosperina
Mora
Pineda, Ana Elvira Rodríguez ¡Valores!»
La
señoritas Rodríguez tuvieron un final silencioso. Todas
permanecieron hasta el último de sus días en la casa de Cochrane
frente a la actual escuela Los Conquistadores. La última de las
hermanas falleció a comienzos de los 60. La vida profesional de
ellas en las escuelas penconas transcurrió entre 1915 y 1950 aproximadamente ₂. Posiblemente aún haya en Penco algún ex alumno o
alguna ex alumna que recuerde con nostalgia y cariño a alguna de
estas queridas profesoras. Igualmente, nosotros desde este blog decimos: no las hemos olvidado.
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₁ Gabriela Mistral efectivamente visitó Penco tal vez en 1921, según una carta que ella envió a Manuel Magallanes Moure y en cuyo encabezamiento le dice: "Vengo llegando de Penco". El dato documentado confirma lo que las señoritas Rodríguez le dijeron a la profesora Luz Irene Contreras que la poetisa tomó té en su casa de Cochrane 45 o que incluso se hospedó ahí. Esta información la rastreó en internet Jaime Robles, presidente de la Sociedad de Historia de Penco, quien a su vez la entregó a nuestro blog.
₂ No disponemos información acotada sobre el tiempo que ellas ejercieron en las escuelas de Penco. Nuestra afirmación es un cáculo aproximado.
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₁ Gabriela Mistral efectivamente visitó Penco tal vez en 1921, según una carta que ella envió a Manuel Magallanes Moure y en cuyo encabezamiento le dice: "Vengo llegando de Penco". El dato documentado confirma lo que las señoritas Rodríguez le dijeron a la profesora Luz Irene Contreras que la poetisa tomó té en su casa de Cochrane 45 o que incluso se hospedó ahí. Esta información la rastreó en internet Jaime Robles, presidente de la Sociedad de Historia de Penco, quien a su vez la entregó a nuestro blog.
₂ No disponemos información acotada sobre el tiempo que ellas ejercieron en las escuelas de Penco. Nuestra afirmación es un cáculo aproximado.
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