Los
ecos de las fiestas de los universitarios de los años 50 llegaban también a
Penco en forma contagiosa. Era una alegría generalizada en Concepción que se
registraba semanas antes del inicio de la primavera. La música original se oía
una y otra vez. La originalidad provenía de un artista del Ejército, del
director de la banda del Regimiento Chacabuco, el suboficial Adriano Reyes.
Dentro de las variadas creaciones que él compuso para la comunidad penquista, una
de las que más «pegó» en particular entre los estudiantes, fue el «Baión
Penquista».
Recientemente
encontré en internet una entrevista a Adriano Reyes, realizada por el
periodista de la Radio Universidad de Concepción, Hugo Olea Morales. Este
relato fue publicado en el diario El Sur el 10 de noviembre de 2009. Porque en
Penco también se escuchaba profusamente el «Baión Penquista», me tomé la
libertad de difundir para los lectores de nuestro blog el texto de hace casi
diez años:
Martes,
10 de noviembre de 2009
Adriano Reyes, «un mechón» eterno
Adriano
Reyes Fuentes puso la banda sonora a la alegría de los universitarios
penquistas durante veinte años. El jolgorio se expresaba en ocasiones como los
juegos florales, machitunes, farándulas, corsos de flores…
De
ese pasado rescatamos en 1986 una pizca de diálogo con Adriano Reyes, un hombre
que llegó a Concepción en 1952 como Jefe de Banda del Regimiento Chacabuco. A
poco andar, Reyes conquistó a los universitarios con sus canciones, que los
muchachos de hoy desconocen, que son parte de la tradición estudiantil de la
Universidad. Títulos: «Carnaval», «Rock universitario», los
más difundidos. La Casa del Deporte casi se venía abajo con «Una mechona
que se sentó en las rodillas del profesor» o con «Los Popeyes».
Pero, la más exitosa de todas sus creaciones musicales fue «Baión Penquista».
Cuando
hablamos (murió en 1997) retirado ya recordaba miles de cosas: «Ingresé al
Ejército en 1937 como agregado aprendiz a la banda que recién se fundaba en la
Escuela Militar».
Sus
marchas «Penachos Rojos» (1938) y «Recuerdo Militares»,
siguen siendo interpretadas en todas las unidades del Ejército del país y la
primera en cada Parada Militar. En nuestro medio compuso el Himno Deportivo de
la Universidad de Concepción.
─Soy
de Peumo, un pueblito de la provincia de O'Higgins, tierra de los limones,
paltas, naranjas y flores.
─¿Cuándo
y cómo entró en contacto con la música?
─Desde
los siete años. Mis padres tenían almacén. Fíjese que con el embudo del aceite
tocaba la trompeta.
─¿Cómo
se contactó con la Universidad de Concepción?
─Toda
esta bella amistad nació después de haber sido trasladado al Regimiento
Chacabuco de Concepción, como jefe de banda. Un buen día, de 1952, fui a cobrar
mi cheque a la Caja Nacional de Ahorros ─así se llamaba antes el Banco del
Estado─, quedaba en Pinto con O'Higgins, y se me acercó el actor muy joven
entonces Andrés Rojas Murphy. Al ver la lira en mi uniforme, que es el
distintivo de los músicos militares, me preguntó acaso era músico. ¡Claro!, le
dije. Ahí mismo me propuso que compusiera una pieza para Concepción y que la
banda comenzara a tocar cosas más modernas. Como fuente de inspiración, Rojas
Murphy me nombró el Biobío, el Cerro Caracol, el Campanil. Así nació el «Baión Penquista», que lo di a conocer en las retretas dominicales.
Le advierto que fue la gran novedad. Otra cosa, también, fue novedoso escuchar,
por primera vez, una banda militar en que se cantaba. De ahí para adelante,
todas las bandas de Ejército comenzaron en algunas ocasiones a utilizar voces.
Andrés Rojas Murphy. |
─¿Cómo
comenzó a adentrarse en el corazón de los estudiantes? Eso quiero que me lo
cuente...
─La Federación
de Estudiantes, FEC, solicitó la banda del Chacabuco para el desfile de carros
de la Fiesta de la Primavera, en donde había mucha alegría, disfraces,
comparsas. De allí saltamos directamente a la Casa del Deporte, donde la banda,
por años, pondría a partir de entonces la música de machitunes, presentaciones
de reina, en fin, cualquier fiesta de los estudiantes. Yo tenía alguna
experiencia en espectáculos, porque había tocado en esos programas de auditorio
que tenía la Radio Minería, en Santiago, junto a la orquesta de Federico
Ojeda...
─¿Hasta
cuándo participó de la alegría estudiantil?
─Hasta
que me retiré, el año 71 o el 72. Fue emocionante mi última velada. Cuando
entré a la Casa del Deporte con mi orquesta, ¡qué ovación!...
─Su
orquesta ¿cómo se llamaba?
─Los
Happy Boys...
─¿Qué
ocurre con usted ahora?...
─Bueno,
estoy retirado. Vivo con el cariño de mi esposa, de mis hijos y de los catorce
nietos...
─¿Volvería
a Concepción?
─Lo
haría solamente por asuntos de familia...
─¿Qué
ocurrirá con su música? ¿Le gustaría a los mechones del 86?
─Mi
música jamás morirá porque es de los universitarios, siempre habrá personas que
recuerden mis canciones y se las mostrarán a otros, a los más jóvenes, porque
quienes fueron un día muchachos y hoy son profesionales, jamás olvidarán esos
bellos días en que llegaron a la U...
Hugo Olea M.
EL
SUR de Concepción.
Banda instrumental del Regimiento Chacabuco (Foto de Internet). |
1 comentario:
Musica: Aria Del Toreador - Opera Carmen - Bizet:
Yo les quiero prevenir
de la desfachatez con que suelen llegar
a la Universidad
ciertas mechonas
más o menos buenonas
que quieren con su estampa seducir
al Profesor......
Una mechona se sentó
en las rodillas del profesor
y cuando la mano le miró
ella descubrió que el profesor
era casado!!!!!!
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