domingo, septiembre 28, 2025

¡CÓMO SE NOS DESVANECIÓ EL SUEÑO DE LA COSAF!

LA ESTAMPA DE LA DESAPARECIDA COSAF
 

POR ABEL SOTO MEDINA, Aficionado de la Historia

        La empresa llamada Compañía Sud Americana de Fosfatos S.A, más conocida por su sigla COSAF fue creada un 19 de enero de 1955, y autorizada legalmente al momento de ser aprobados sus estatutos y reglamentos en mayo de ese mismo año. En 1990 se reformaron los estatutos y se crearon Cosaf Fertilizantes y Muelles de Penco. La producción de Abonos se extendió hasta 1996.

        Antes de la formación de COSAF, ya en el año 1954, don Alfonso Ardizzoni Quezada, gestor de esta nueva industria y conjuntamente con la empresa francesa “L'Hiperphosfate Compagne Reno”, gestionaron frente a las autoridades ministeriales la importación de maquinarias, equipos, camiones y tecnología, para instalar la industria en Penco, en terrenos ubicados en el sector playa negra. El predio era propiedad de la empresa inglesa Duncan Fox y Cía, la que tenía instalaciones ahí. Mucho antes, en 1891 lo había adquirido don Federico Schwager. Tal es la línea de tiempo de cambio de la propiedad.

        El sueño consistía en producir abonos fosfatados, o sea que contuvieran el elemento fósforo, muy necesario para la agricultura chilena, la que hasta entonces aplicaba fósforo obtenido de materia prima nacional denominada roca fosfórica proveniente del norte chileno, de yacimientos ubicados en Bahía Inglesa y Caldera.

DON MIGUEL PARRA, JUNTO A UN CAMIÓN DE
LA FLOTA FRANCESA BERLIET.

        La producción de hiperfosfato, de calidad superior, consistía en moler roca fosfórica importada desde el norte de África, dónde los franceses de la Reno, disponían de grandes yacimientos de esa materia prima. Ese insumo tiene el aspecto de arena de color plomo o negruzco, que al estar en un estado de polvo, la planta podía más fácilmente absorberla, porque es más soluble facilitando los procesos industriales.

        Rápidamente, se adquirieron los derechos de los procedimientos Duetag, consistente en atacar la roca fosfórica con ácido sulfúrico, produciendo una masa, que se hacía pasar por unos platos granuladores, que obviamente, producían los gránulos compuestos mayomente de calcio y fósforo. El producto era más aprovechable por los suelos.

        Después se ampliaron las instalaciones para producir sus propios ácidos, tanto sulfúrico, como fosfórico, sumado a ello una nueva planta de mezclado (acidulación) y granulación, que se realizaría a través de tambores giratorios, que producirían el grano de fosfato. De ese modo podrían fácilmente subir la concentración de fósforo, de un 18 a 24% de un Hyperfosfato y un Súper Fosfato Normal, a un 46% de un Súper Fosfato Triple.

CARGA Y DESCARGA DE PRODUCTOS EN COSAF.
EN LA FOTO, Sr. Jiménez, don Octavio Cotal y el Sr. Jara.

        Todo era miel sobre hojuelas, como dicen los campesinos, cuando la cosa va bien, y cómo no iba a ser mayor el sueño, el año 1971, en el mes de junio, la moto nave, Grand Justice, descarga 14.000 toneladas de Roca Fosfórica, por el muelle de la empresa, construido por la firma inglesa Wimpey.

        Los vientos eran favorables, políticamente también, ya estaba instalada la Reforma Agraria, lo que hacía pensar que el agro, iba a necesitar mucho más fertilizante de COSAF, por el cultivo de la remolacha para producir azúcar. Iansa había instalado plantas refinadoras en Linares, Cocharcas (Chillán), Los Ángeles, y Llanquihue.

        Los productos de Cosaf, por razones obvias, no tenían una presencia visual entre la población de la comuna. La gente sólo veía sacos de yute de 80 kilos cargados en camiones. En cambio, las otras industrias locales exhibían al público su producción. Todo el pueblo conocía muy bien los terrones de azúcar que producía La Refinería. Nadie desconocía que los vidrios de las ventanas salían Vipla de Lirquén. Y qué decir de la fábrica de loza, desde el desayuno hasta la cena, ahí estaban las tazas y los platos sobre la mesa. De su línea de producción podríamos hablar tanto: tazas, jarros, tazones, modelos ornamentales como la línea Virginia, sus juegos incluían más de 144 piezas, todas fileteadas con oro, para el uso diario el los platos con filete verde o filete 41 como le decían los entendidos.

        Pero COSAF no tenía un perfil definido de sus productos en el imaginario de la gente, hecho que era una desventaja, ahí, siempre anónimos para la comunidad. Sin embargo, no era así, para los agricultores, quienes diferenciaban perfectamente lo productos fosfatos producidos en Penco, como:

        -Hiperfosfato – Hiperpotásico- Abonos Mixtos en Fosfatos-Abonos Completos NPK (nitrato, fósforo y potasa) – abonos para papas, viñas, empastadas, trigo.

        -Fosfato 36 – Hiperpotásico Granulado – NitrofosSopotásico-

        -Súper Fosfato Normal – Fosfato Reno 36-

        -Súper Fosfato Triple-

VISUALIZACIÓN DE LOS PRODUCTOS DE COSAF

        En enero de 1978 se declaró la Quiebra de COSAF ante el no cumplimiento de compromisos de pagos a algunos acreedores, situación que se revirtió a fines de 1980, y la empresa pudo hacerse cargo de sus instalaciones a contar del 01 de enero de 1981. En esta etapa, en medio de grandes militaciones, se desarrollaron productos impensados, que rudimentariamente se concretaron y que tuvieron una gran aceptación, en el mercado agrícola, complementando su producto estrella, Súper Fosfato Normal. Se le agregaron microelementos importantes para las zonas lecheras (Valdivia , Osorno), como el Magnesio, patentando el producto como Súper Fosfato Magnésico, Superfosfato Boro Magnésico, Mezclas Físicas NPK, NPKs Bomag, llegando a incursionar en los fertilizantes líquidos, para complementar el riego por goteo en los Parronales del Norte del País, u otras áreas más reducidas. Para ello se crearon los Fertilizantes Foliafert y Fertisol.

        En toda ésta última etapa, o sea desde 1981 a 1996, hubio 2 íconos, que «respiraban fosfato», me refiero al ingeniero civil químico don Mario Arturo Garri Johnson (Q.E.P.D.) y Miguel Ángel Parra Arriagada, quién vio crecer a Cosaf desde sus cimientos, y siendo muy joven, ingresó a la empresa. En su firme afán de aprender y desarrollarse, llegó siempre a ser un estandarte en el área productiva, expertiz, que sin duda, se consideró para que liderara en terreno, esta nueva etapa de producciones de fosfatos, bajo la dirección del Sr. Garri.

EL LARGO MUELLE DE PLAYA NEGRA

        Con la venta de Muelles de Penco, hoy la familia Ardizzoni, al igual que muchos COSAFINOS o COSACOS, se terminó ese hermoso sueño llamado COSAF.

        Atrás quedarán los recuerdos de Duncan Fox y Cía, al ver la Bodega N° 2, con sus muros de ladrillos y esas cerchas de fierro, como también la Bodega N° 6, construida por Panamerican, la Bodega N°1, dónde se instalaron los equipos y máquinas, de la empresa francesa “ Compagnie Nord Africaine de L”HiperPhosfate Reno”.

EN LA FOTO, LOS ADMINISTRADORES DE PUERTO
LIRQUÉN Y COSAF

        Y que en su frontis y costado se lucía muy gallardamente la identificación de la empresa:

        Una buena imagen, no admite palabras, como es en este caso.

        En el recuerdo permancen tantas memorias, que sin duda las de todos los trabajadores, con sudor diario, rindieron para conseguir los objetivos exigidos, por quienes tenían la responsabilidad de concretar lo delineado por los directores, administradores y gerentes. Cada trabajador que pasó por esas instalaciones cree tener un lugar de pertencia por haber sido parte de la historia llamada COSAF.

        Sin duda que por siempre quedarán las voces de los abnegados trabajadores en cada lugar de la industria.

        Aún cuando hoy, COSAF ya no está, no faltará algún cosaco que con una copa en la mano diga a viva voz como en los viejos tiempos :

        ¡Salud por la Cosaf!



jueves, septiembre 25, 2025

EL ¡SALUD! MÁS POPULAR DE PENCO

LOS RECORDADOS HERMANOS OLIVEROS, en un
simpático brindis para la foto en la barra del CAPRI.

TEXTO: ABEL SOTO MEDINA, Aficionado de la Historia.

                                   ¡SALUD POR LA COSAF!

        Es muy posible que la expresión, «Salud por la Cosaf», en Penco se haya escuchado en reuniones y/o actividades propias de los Directores y Ejecutivos de la Compañía Sud Americana de Fosfatos, COSAF. Si fue así, era para celebrar el éxito de las metas logradas por producciones, gestiones y resultados económicos.

        Sin embargo, el propósito de esta nota es resaltar la expresión señalada, como una fórmula transversal para justificar un brindis entre los habitués, algo así como un «aro, aro» o un «vamos con el trago del estribo». De ese modo «salud por la Cosaf», que se escuchaba en muchos lugares populares de Penco, pudo tener un autor anónimo, algún trabajador de la empresa, quien en un momento de emoción exultante a causa de un mosto renovador expresó a voces «¡Salud por la Cosaf!».

        Haberlo dicho en el momento y lugar oportunos, bastó para que quienes lo escucharon lo acopiaran como un sello. Así se fue arraigando en las numerosas picadas penconas, en que los trabajadores después de su jornada, pasaban a compartir un trago, con compañeros u otros parroquianos asiduos a degustar un rico tinto, blanco, chicha o chichón.

        Por largo tiempo, he tratado de averiguar quién fue el autor, pero mis investigaciones se difumaron en el ambiente, tampoco obtuve resultados cuando intenté saber dónde, en que «picá» se pronunció por primera vez. Debió ser tan original y convincente que se viralizó de inmediato, como se dice hoy. Escuchar la frase –que más bien parece un interjección imperativa–, era común no sólo entre los «cosacos», como se denominaba a los trabajadores del fosfato, sino también entre personas que nada tenían que ver con la empresa.

        Hoy en día, muchos años después del término de la producción de fertilizantes y de COSAF, un popular garzón de un afamado Casino de Penco, cuando me ve en el lugar con una copa en la mano, me dice con una franca sonrisa «Salud por la Cosaf».

        Conozco muchos lugares cuyas paredes sonoramente recibieron los ecos de este salud y como una forma de registrarlo para la historia popular y la memoria de Penco, citaré algunos que en ocasiones visité donde inevitablemente me invitaban a brindar por la Cosaf.

        Como indiqué, la icónica frase pudo haber nacido en cualquiera de estos lugares. Ahora simularé caminar desde la salida de la empresa en Playa Negra para encontrarnos con los siguientes puntos de reunión informal after office (como dicen los cuicos para significar después de la pega), unos con sus nombres y otros sólo con sus apodos:

        Donde la Señora Carlina, El Rincón de San Martín, Donde Le Chatán, El Agua de Pipa, El Siete Leguas, El Huaso Chico, El Casero Bueno, Señora Ester, Señora Celfa, El Che, Donde Salazar, La Cañada, Donde Palma, Donde Eriz. Para los más románticos: Boite El Pollo Dorado, la Señora Pepa, después fue Don Edmundo Espinoza, luego El Maña, terminando como Donde la Tía, El Pampa, El Gallo Venegas, Donde Jurado, El Radical de la Sra Inés, El Imperio, El famoso Rosal, Donde Don Hualo, La Oficina, Donde el Paletita, y la famosa Quinta de Recreo El Paragüita, El Rucio Muñoz, Donde Pedro Palma, Las Británicas, El Kinder, El Tinto con Piernas, El Popular, Donde el Teo, El Muerto, Don Leopo, La Señora Clarisa, La Nena Navaro, EL Galeón, El Pangal, El Otro Mundo, La Pata de Nalca, Donde Yévenes, Roberto Pillo, Huaso Retamal, Donde Gallardo, Donde la Laly o el Poca Luz, El Trompa de Mono, Donde Che Margot o Che Pepe, El Negro Olate, y en el centro de Penco, El Capri, Donde la Amanda Latorre, Dónde Urbina, El Hechizo y para no dejar de lado Lirquén, mencionaremos Donde Don Chefe, El Encarpao, el Rueda Tacha, y así, tantos lugares pintorescos y genuinos con pura expresión popular, que lo único que une a tantos parroquianos, son la calidad de los mostos, aguardientes, y otros licores de gran gama, que terminar siempre mezclados con Coca Cola, y que cualquiera de esos tragos, servían para alzar las copas, vasos y jarros, y brindar por la cosaf, expresando a viva voz, «Salud por la Cosaf».

        Vaya un saludo hoy, para tantos parroquianos que visitan nuevos y pintorescos lugares como, El Pozón de los Herrera, Entre Amigos, El Mala Bar, etc.

        Este Salud por la Cosaf sirvió para recordar a tantos y tantas personas que con esfuerzo y paciencia, encontraron en el negocio de los vinos y licores, un modo de vida, que acompañaban en las penas y grandes sueños de todos sus clientes. Sus visitantes, casi a diario, iban para disfrutar y comentar la vida, con temas simples, pero muy apasionados a veces con mucha vehemencia, pero que en torno a buen trago, se compartían las alegrías y se pasaban las penas, tal cual lo dice la canción mexicana «sírvete esta botella conmigo y en el último trago nos vamos».

        Debo mencionar, que la mayoría de los nombres de las picadas, bodegas y locales eran por identificación popular, y no encierran un menoscabo a las personas dueñas o a quienes los atendían, ni menos fueron nombrados con intención peyorativa.

EL LEGENDARIO BAR EL CAPRI, donde tantas veces se brindó por la COSAF.





lunes, septiembre 08, 2025

LA PORFÍA

                    
                    E
n esa casona de aspecto centenario que se levanta en calle Penco pasado Las Heras existió, allá por los 50, un negocio de hortalizas de nombre muy sui generis. En el cartel sobre la puerta de calle se leía:
«Verdulería La Porfía». Para entonces no habían llegado a Penco las ferias libres, aún así ese negocio tenía precios convenientes y sus productos eran de muy buena calidad. Cuando uno ingresaba allí para comprar lo necesario, se encontraba de frente con un letrero: «Hoy no se Fía, Mañana Sí».

                    La clientela mayormente miraba el cartel y sonreía, otros se preguntaban que cómo sería eso...

                    Muchos años después, hoy en día, leo que esa misma idea la recomiendan para combatir las adicciones, los vicios, con el aporte de la voluntad de cada cual, ciertamente. Se trata, dicen, de engañar a la costumbre. Por ejemplo, si digo «hoy no bebo trago, mañana sí» u «hoy no fumo, fumaré mañana» ayuda en el tiempo a derrotar el mal hábito, siempre que la voluntad no juegue en contra.

                En el fondo, el nombre Porfía del negocio, porfiadamente ayudaba a posponer y, a lo mejor, erradicar una mala costumbre. 



lunes, septiembre 01, 2025

DEVOCIÓN A LA VIRGEN EN ATACAMA Y EN PENCO

VIRGEN DE LA CANDELARIA,
COPIAPÓ, O «LA CHINITA».
 

DESDE COPIAPÓ, por Juan Espinoza Pereira, Docente.

                    Para contextualizar esta breve reflexión, he de señalar que desde hace dos años he sido incorporado a una comunidad de hermosas personas de Penco, llamada «Egresados del ’75» de la gloriosa escuela N°90, por cierto, la mejor para nosotros no solo por haber estudiado en una escuela pobre, sino por la calidad de sus profesores y los valores que nos inculcaron, muchos de los cuales aún seguimos cultivando. Sin ir más lejos, algunas compañeras admiten que jamás habían sido mejor tratadas que cuando entraron tardíamente a la escuela 90, con olor a mercado y estero; otro ejemplo es la valoración que hacemos de nuestros compañeritos(as) y profesores(as).

                    En febrero recién pasado visitamos a la señorita Julia, una MAESTRA para nosotros por sus consejos y para mí, por haberme hecho carne la morfosintaxis del castellano que me ha permitido hablar y escribir de manera correcta y donde no quedan ambages. No exagero que a la señorita Julia la comimos a abrazos y besos y agradecimientos. Bueno, habrá otra oportunidad para decir algo de la generación ´75 de la hermosa escuela N°90 de Penco.

                    En una tarde de camaradería de café, picadillos y recuerdos, apareció el tema de religiosidad pencona, se recordaba la procesión de la Virgen del Carmen y la solemnidad que ello encerraba, pero que ha ido decayendo con el tiempo; yo, en mi calidad de ateo, pero, con una fuerte raigambre por la alteridad cultural de norte, sur, extremo sur, puse un punto de controversia (reto) respecto a cómo se vive la religiosidad en el norte: respeto, adhesión, pasión, colores, bailes y alegría; con multitudes que desbordan las calles de cada localidad de Atacama. Fue el momento en que intervino de manera brillante Miguelina Aguayo, una compañerita respetada por todo el grupo, que defendió la devoción de los pencones por la Virgen del Carmen, ¡cómo se demuestra el sacrificio de los creyentes ante la Virgen por décadas en la comuna!, al mismo tiempo señaló que al ver lo que sucede en el norte, le parece muy pagano, sobre todo por lo que sucede en la Fiesta de la Tirana.

                   Me suele ocurrir que a veces actúo con «mecha corta»(1), pero por respeto a mis compañeritos(as) primero tomé un sorbo de café cargado y luego señalé: «Estimo que los copiapinos tienen la misma devoción por la divinidad, pero culturalmente diferente porque la Chinita (Virgen) tiene un origen material e histórico concreto, fue Caro Inca, un indio Diaguita, quien en un momento de desesperación en la cordillera, cuando todo estaba perdido, sus animales muertos por la tormenta, él tratando de sobrevivir y perdido en la nevazón, ya entregado a su suerte, de pronto logró ver una brillantez a lo lejos que lo guió a una cueva donde se protegió; luego de descansar, empezó a escudriñar ese refugio y encontró una pequeña imagen de una Virgen que emitía una luz que lo condujo al refugio para sobrevivir. Mariano Caro Inca, bajó hasta el pueblo indios en Copiapó(2)  con la diminuta imagen de la Virgen. Ya en su hogar, construyó un altar y a escondidas de los españoles comenzó la adoración por la imagen que le salvó la vida. Con el tiempo, la comunidad indígena se fue sumando con oraciones, bailes, cantos y fiestas en honor a la gran madre de la vida de Atacama y, que hasta hoy se realiza cada 05 de febrero del año, con la asistencia de cientos de bailes religiosos de toda Atacama y de otros países andinos».

                    Después de escuchar mi relato, Miguelina dijo «cada pueblo tiene su forma de valorar su religiosidad, no hay una mejor… mientras exista fe hay valores compañeritos». ¡Qué hermosa frase! Propia de Miguelina y su capacidad de aglutinar a personas con pensamientos y culturas diferentes, tal vez sea yo el más diferente, lo cual agradezco con todo el amor infantil de la época a mis compañeritas(os).

                    Sólo para ilustrar la fe de los atacameños hacia su madre celestial, me sobrecogen algunos actos de demostración de fe de los atacameños:

  • La fiesta normalmente se realiza con las más altas temperaturas, sobre 30° y muchos de los promesantes caminan y bailan descalzos sobre el cemento.

  • El tránsito de los feligreses suele ser de 1km, de bailes devotos, saltos y coreografías preparadas durante todo el año.

  • La forma de caminar en la procesión es diferente, pues a la Chinita jamás se le vuelve la espalda, siempre se la venera de frente, siempre se le mira a los ojos, por eso los chinos bailan y tocan sus instrumentos caminando hacia atrás, porque la Chinita está a tu altura, te acoge, escucha y te da consejos.

  • La Chinita es bondadosa, no discrimina colores, trajes ni bailes.

                    En mi condición y respetuoso de la alteridad cultural y religiosa, un homenaje a todas y cada una de las manifestaciones culturales y de fe que se desarrollan en nuestro país y otras latitudes del planeta que manifiestan su fe en este periodo del año.

                Un abrazo toda mi generación de la escuela N°90 del ’75… con afecto desde Atacama.

_____

  1. Expresión nortina cuando los pirquineros para hacer explosionar la dinamita en un pirquén, usan pocos metros de guía para la explosión, pero deben correr rápidamente para protegerse.

  2. Tanto en Copiapó y Vallenar, los españoles crearon espacios para los indios, alejados de los blancos españoles: en Vallenar, El Tránsito; en Copiapó, Pueblo de San Fernando.




jueves, agosto 28, 2025

ERCILLA BAJO LLUVIA ARTIFICIAL

ALONSO DE ERCILLA, obra de Joaquín Mirauda.
(Foto de Selin Monsalve N.)
 

                    Cuando vemos cómo se ha tratado a la estatua de Alonso de Ercilla en la plaza de Penco, uno se pregunta si fue realmente una buena idea hacerla e instalarla. Para quienes la descuidan habría que recordarles que ese soldado y poeta español puso el nombre de Penco en el mundo, como el centro de su gran obra universal La Araucana. Admirado hasta por don Quijote y, a través suyo, por Cervantes, el máximo exponente de las letras castellanas. Y para qué seguir...

                    Durante la Navidad anterior, la estatua fue cubierta por el cono ornamentado que representaba el árbol de Navidad oficial de la comuna. Ercilla quedó tapado, debajo, oculto. Y, al parecer, nadie sintió vergüenza. En su ubicación en el centro de la pileta de la plaza, ahora las boquillas o difusores de agua ornamental apuntan directamente a la estatua, la que recibe el impacto como una lluvia que no para. A nuestro Ercilla, el agua le corre de la cabeza a los pies, libros incluidos. Y nadie sugiere siquiera corregir eso. El efecto hubiera sido válido si el objeto fuera un delfín, un tritón o algún tema acuático. Pero, no.

                    Penco se merece esa estatua. Sin embargo, falta consideración.

domingo, agosto 24, 2025

HUACHIPATO DE LEJOS

UNA NUBE similar a la de la foto se observaba a la
distancia desde Penco, característica sobre el cielo
de Huachipato
.


                    Era llamativa y curiosa la enorme columna de vapor que se formaba sobre la bahía de San Vicente por encima de Huachipato vista desde Penco, tal vez unos 20 kmts. en línea recta. Nos parecía que la planta siderúrgica además de acero y otros subproductos también generaba esa gran nube en el cielo, ya fuera invierno o verano y que no estaba en los inventarios. Nadie tomaba en cuenta el penacho blanco de vapor que surgía cuando se descargaban decenas de metros cúbicos de agua sobre los vagones con carbón ardiendo recién salidos de la sección coquería.  Así era Huachipato para nosotros cuando mirábamos desde la playa en el momento justo de ese proceso en la industria. Pero, ya no será más. Huachipato cerró sus puertas, sus trabajadores se fueron y ahora otra gente, que apenas conoce la historia huachipatense, estudia qué destino merecen las 440 hectáreas de terreno donde funcionó la planta acerera.

                    A continuación reproduzco parte de un texto que escribió en Facebook el periodista Roberto Rozas sobre el cierre de esa empresa de San Vicente:

                «La noticia ha golpeado duro a quienes conocen la importancia que esta industria tuvo en la creación del polo industrial que se desarrolló en torno a esta planta y que posibilitó el crecimiento de la región del Biobío hacia fines de la década del 40. La sabia decisión de Corfo de impulsar la actividad siderúrgica en Chile permitió de modo inmediato la vitalización de la minería del carbón en Lota, la extracción de caliza en isla Guarello, el aprovechamiento de los minerales de hierro del Tofo y Romeral. Y casi como consecuencia inmediata de ese fierro fundido que como arrabio se transformaba en acero, se aprovechó el gas de coquería para entregar ese combustible a la población de Talcahuano y Concepción. Luego, la escoria resultante de ese proceso pasó a ser materia prima clave para la creación de Cementos Biobío que empezó a producir cemento siderúrgico para Chile en medio del creciente surgimiento de la actividad metalmecánica que desató el desarrollo económico de la región y el país. Por entonces el desarrollo de Chile de medía en acero y eso gracias al visionario impulso que dio el Presidente Pedro Aguirre Cerda a la creación de la industria acerera, de indiscutible carácter estratégico para Chile. Ni que decir el impacto que tuvo sobre el desarrollo del polo industria en la intercomuna. Trabajo y buenas condiciones laborales para miles de trabajadores, surgimiento de las industrias químicas y petroquímicas que como complemento impulsaron el desarrollo de la zona y de todo el territorio nacional. Otros tiempos, otras motivaciones, otras realidades muy, pero muy ajenas a un libre mercado que lo permite todo y que hoy por estar desrregulado terminó por matar a la propia industria nacional. La historia algún día pondrá las cosas en su lugar, aunque no sea más que para evitar cometer los mismos errores».

                    Otro texto periodístico de la misma fuente, FB, señala:

                    «Queda poco para conmemorar el primer año del cierre de la siderúrgica Huachipato. Muchos recordarán la imagen del trabajador improvisando un pie de cueca mientras dejaba de funcionar el Alto Horno. Sí, porque el cierre de la empresa ocurrió, precisamente, horas antes de las Fiestas Patrias del 2024. En Sala de Prensa cubrimos este triste e importantísimo suceso para la industria nacional y local.

                    «Pero, ¿qué hacer con estas instalaciones? Hace un par de semanas le contamos del remate de equipamiento que estaba haciendo la siderúrgica. Sin embargo, no se conoce a ciencia cierta qué pasará con las 440 hectáreas que componen el terreno donde se forjó Chile.
                    «¿Habrá un proyecto inmobiliario? ¿Infraestructura de seguridad nacional? ¿El mall chino más grande del universo? Para definirlo, CAP contrató a un experto urbanista español que deberá colaborar a resolver esta encrucijada».

sábado, agosto 02, 2025

LAS SEÑORITAS ULLOA EN EL OLVIDO

ESTE MODESTO HOMENAJE a las Señoritas Ulloa, consistente en una placa metálica, que  recuerda su  casa original,  fue retirado del hall del nuevo edificio situado en ese lugar.
 

POR ABEL SOTO MEDINA


Escribo una nota sobre las señoritas Ulloa, sí, las mismas de la Galería de las Ulloa, porque su negocio estaba ubicado en la intersección de las calles Maipú y Freire. Las hermanas Ulloa fueron hijas de Penco, que brindaron todo de sí, para hacer más próspera la sociedad de la comuna, y ellas sabían muy bien, que una de las formas más fecundas de prosperidad era la EDUCACIÓN. En su propiedad de esa esquina tuvieron y administraron una escuelita para niños pequeños, un kinder. Por ello su legado y herencia se matriculó ahí, en los primeros pasos, las primeras letras, los primeros números. Su papel de Tías lo desarrollaron a la perfección, nadie supo, tampoco nadie les preguntó, si tenían formación universitaria o normalista. En cualquier caso, los párvulos de esa época aprendían con claridad y rapidez, todavía hay testigos de sus enseñanzas y sus «enojos». Se las reconocía como las primeras Parvularias de la comuna.

                Las señoritas Ulloa eran Juanita, Julia y Victoria, tres hermanas de historietas, las que no solo fueron parvularias, sino que además ejercieron otro oficio: comerciantes. Atendiendo su paquetería, ubicada estratégicamente en esa esquina, actuaban con amabilidad con los clientes del negocio. Allí siempre encontrábamos lo que nuestras mamás nos mandaban a comprar ya fuera botones, hilos, agujas, dedales, hilo de bordar, casinetas, crochés, palillos, lanas, elásticos y un cuanto hay, como se decía entonces.

       Cariño, admiración y respeto, fueron las consideraciones que los vecinos les brindaron, indudablemente ganados con creces por ellas, por lo menos por Juanita y Julia. Porque Victoria se mantuvo alejada del quehacer de la Paquetería aunque permaneció siempre bajo el mismo techo. Sobre ella se tendió una serie de especulaciones, incluso con sabor a fábula, sobre su vida recatada puertas adentro, que la condujo a un encierro penitencial hasta su muerte. Pero, muy distante de eso, sólo quiero dejar constancia de los rumores… y si validáramos la farándula de entonces, sobre Victoria habría que escribir una novela de amor trágico.

                La presente nota, sólo pretende reactualizar el nombre de las Señoritas Ulloa, quienes al no tener descendencia, alguien haciendo uso de la Ley, inscribió a nombre del Fisco la Propiedad donde ellas vivieron, al igual que sus padres. No viene al caso, cuantos años pasaron para tener lo que hoy es el edificio Municipal, lo que sí sabemos y eso es lo que no queremos olvidar, es que el solar donde se levanta el inmueble pertenecía a las señoritas Ulloa. Ellas orgullosamente hacían gala de su apellido, pues sabían que otros nobles también fueron Ulloa, como el Capitán General y Gobernador de Chile Don Lope de Ulloa y Lemus y Don Pedro Osores de Ulloa…

            Ninguno de todos los argumentos y otros no comentados, sirvieron para que la autoridad edilicia circunstancial, le pusiera el nombre Señoritas Ulloa al nuevo edificio. No fueron pocos los que consideraron que ese pequeño y gran gesto, habría hecho justicia a aquellas apreciadas vecinas. Pero, no fue así.

                A propósito de Justicia, en el Cementerio Parroquial de Penco, descansan los restos de las 3 hermanas, y su tumba hace muchos años que está en el abandono. Ya que el terreno de calle Maipú con Freire, a la Municipalidad no le costó ni un solo peso, fue gratuidad total, bien podría el municipio preocuparse por hermosear esa tumba. Bueno, pero siempre hemos escuchado la frase «El pago de Chile», que en este caso calza perfecto.

            Pues bien, como la autoridad del momento eligió otro nombre para el edificio municipal, quizás trató de mitigar en parte las susceptabilidades de la gente con una idea suplementaria. Fue así como preparó una placa tipo pergamino con una fotografía de la casa Ulloa, en sus últimos momentos, quizás instantes antes de su demolición. En dicho documento ornamental se añadió una breve historia de Julia, Juanita y Victoria Ulloa que además hacía mención al lugar donde estaba el nuevo edificio.

                La mencionada placa quedó instalada en el hall como «detrás de bambalinas», aunque igual, perfectamente a la vista. Desde el momento de su instalación ese ornamento pasó a ser parte de un Bien Nacional de Uso Público según la ley vigente. Lo anterior, porque se hizo con dineros municipales, y el tiempo que invirtió el Alcalde de ese entonces fue pagado con fondos públicos. El contenido del pergamino lo dejaremos como lo que es: Cultura.

                Sin embargo, hoy los vecinos vemos con sorpresa que el mencionado reconocimiento a la memoria de las señoritas Ulloa, fue retirado del hall del edificio. El motivo, causa u origen de la decisión de sacarlo resulta del todo ilógico, tal vez responda a un capricho autoritario.

                En resumen, el nombre de las Señoritas Ulloa debió ser la denominación de ese importante edificio municipal justamente por su dedicación a la cultura. Pero, otro nombre, ciertamente meritorio aunque sin relación directa al respecto, luce en el frontis del inmueble situado en la «Time Square» de Penco, la esquina pencona más concurrida. Más aún el sencillo homenaje a las educadoras, digamos, «el premio de consuelo» ya no está en su lugar. Y qué decir de su tumba, abandonada. Éste fue el destino final de Las Señoritas Ulloa, las abnegadas profesoras de generaciones de pencones del siglo XX.


viernes, julio 18, 2025

BIOTRÉN EN EL HORIZONTE


«EFE Sur presentó la idea de extender el Biotren hasta Penco: ocho estaciones (cuatro en Concepción y cuatro en Penco), con doble vía y reposición de infraestructura. Se estima una inversión de unos US $150 millones y, ojo, no se tocaría el trazado actual Concepción–Lirquén para evitar dolores de cabeza…

«¿Cuándo llega?

«El plan está en fase de prefactibilidad y, si todo sale bien, habría obra a partir del 2030: nuevos trenes, electrificación y un sistema ordenado para que no viajes como sardina… o eso dicen.
«¿Para qué sirve todo esto?
«Más que comodidad: se busca fomentar el transporte público estructurante, mejorar movilidad y potenciar el desarrollo del Gran Concepción. En resumen, menos tacos en la ruta y más estaciones pa’ que todos suban al tren.
«¿Eres de Penco-Lirquen? ¿Qué te parece esta noticia?
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Nota de la editorial:
Esta información la he tomado textual de Concepostin, publicada en Facebook por el interés que reviste para la comuna.

miércoles, julio 16, 2025

LA CANCHA DE GENTE DE MAR ASCIENDE EN EL RANKING

FOTOGRAFÍA GENIAL, captada por don José Riquelme Araneda, en la cancha de Gente de Mar, cerca de los años 50. Un niño mira arrobado a su héroe futbolista. Se aprecia, además el equipamiento muy precario: un arco de cuartones de madera y una red sin sus medidas reglamentarias. (Foto, colección Andy Urrutia).
 

                    Los primeros entusiastas del fútbol, del sector de la playa entre Alcázar e Infante, que instalaron los arcos de la cancha de Gente de Mar, en Penco, pusieron con harta dificultad los travesaños de ambas porterías. Eran pesados maderos aserrados de sección rectangular, de 4 x 4 pulgadas, de un largo de 7,32 metros apoyados sobre verticales, también de madera y del mismo espesor, a la altura reglamentaria de 2,44 metros. Para sujetar bien los horizontales les ajustaron escuadras de fierro por atrás, no fuera cosa que el palo se le cayera a un arquero en la cabeza. De los ángulos salían dos parantes de fierro, como contra fuertes que le daban estabilidad al arco. 

                    Para evitar el  efecto de  catenaria en el centro, esto era que se guateara el palo horizontal, se le añadía una platina de fierro por detrás. Cuando no había partidos se les instalaba un pie derecho o poste de apoyo en el punto medio. Durante los partidos oficiales se les tendía una red que caía como una cortina sobre la línea de gol, para evitarlo la anclaban con estacas un metro más atrás o hasta donde diera la malla. Observar esto de lejos tenía en aspecto de un techo de media agua.

CANCHA DE GENTE DE MAR. En primer plano, Patricio Ramírez Merino, gran ex arquero pencón, en el entretiempo de un partido de fútbol de Atlético. (Foto colección A. Urrutia).

                    Cuando ambos arcos estuvieron ubicados y alineados entre sí, los entusiastas marcaron la cancha por primera vez, tendiendo una lienza que facilitara la línea recta y evitar culebreos. Entonces, las bandas laterales presentaron su primer problema. La que estaba junto al mar quedaba prácticamente en la playa. A los jugadores que iban y venían por ahí, les significaba correr sobre la arena. Eran carreras pesadas, exigentes, lentas. En esa zona, las marcas de cal se perdían o deformaban rápido entre partido y partido. Se daba también la posibilidad de que la pelota cayera al mar. No exagero, había un bote dispuesto para ir mar adentro a recuperar el balón.

                    En la otra banda, al pie de la línea del tren, el problema no era muy distinto aunque al revés: el piso era duro y estaba sembrado de fragmentos de piedra laja, de esa que se usa para apoyar los durmientes y que resbalaban hacia la cancha. Por detrás del arco sur, pasaba una acequia con aguas grises, la pelota caía ahí en muchas oportunidades luego de traspasar la línea de fondo. Una vez recuperada quedaba jabonosa y más pesada, dicho peso aumentaba todavía más cuando rodaba a ras de piso en la banda de la playa porque la arena se le pegaba. El balón quedaba sumamente abrasivo.

UN JUGADOR (Zambrano) se viste luego de un partido, junto a un bote varado en la playa. (Foto colección A. Urruia)

                    Por detrás del arco norte había una zona baldía y más allá un basural. Era más fácil recoger una pelota perdida en ese lugar. Se podría hablar mucho, pero mucho más de la cancha de Gente de Mar tan tradicional de Penco. Como por ejemplo, que en ocasiones se instalaban allí circos, que en otras la cancha quedaba tapada de agua después de lluvias abundantes. Pero, nunca se ha sumergido más que por efecto de los tsunamis. El mar ha llegado, un par de veces a cubrir totalmente los arcos, dejando en los travesaños su huella de algas en su paso por ahí.

UN NADADOR da vigorosos braceos para alcanza una pelota de fútbol que escapó de la cancha y que es arrastrada por el viento y las corrientes mar adentro.

                    Hoy, la cancha de Gente de Mar está en un proceso de cambio y de mejoras. Tiene ahora una hermosa carpeta de pasto sintético, buenos camarines y defensas perimetrales. Hace muchos años que sus arcos dejaron ser de cuartones de madera y hoy son de tubos de metal con redes reglamentarias. Conseguir estos cambios de progreso ha sido un trabajo duro, perseverante de parte de las autoridades edilicias y en particular del ex concejal Justo Inzunza. Hoy ya es un recinto deportivo con todas las de la ley. Sin embargo, mientras no haya un estadio en forma en la comuna, la cancha de Gente de Mar, construida originalmente a puro pulso por los estusiastas futboleros de la playa, será “El Wembley” de Penco.

EL TRAVESAÑO del arco norte se ve cubierto de algas, en esta foto de archivo, huella del tsunami del 2010.

lunes, junio 30, 2025

UN RICO ESTOFADO QUE ES PURA TRADICIÓN

                    
                    La tradición también puede viajar del pasado al presente dentro de una olla, porque hay guisos que representan épocas, estaciones del año y costumbres que nos retrotraen a las culturas de nuestros ancestros.

                    Al final de junio, nos enfocamos en una olla con una comida especial para el frío invierno: el estofado de San Juan, cuyo antecedente nos remite a los orígenes de la república. El siguiente texto, preparado por Cristina Ferrada, contiene la historia de este sabroso condumio chileno y sureño. Y, a la vez, en una demostración práctica, incluye la receta, los ingredientes, la preparación y la verdadera fiesta gastronómica de la noche de San Juan. Con entusiasmo y cariño, Cristina cocinó este guiso especial que viene como anillo al dedo para todas las noches más heladas del invierno:

CRISTINA FERRADA, EN PRIMER PLANO, MUESTRA SONRIENTE
EL PROCESO DEL ESTOFADO DE SAN JUAN. ATRÁS, EDUVIGES PÉREZ.

                     EL ESTOFADO DE SAN JUAN

Por Cristina Ferrada, socia de la Sociedad de Historia de Penco.

Como requisito del curso taller de Literatura Critica realizado por la Universidad de Viña del Mar, vía zoom , al realizar el análisis crítico de la obra “Epopeya de las comidas y las bebidas de Chile” del autor Pablo de Rokha y como en este taller hay participantes de Arica a Punta Arenas, surgió la idea de realizar el aporte personal de una receta típica chilena representativa de sus regiones y que sea significativa para cada participante, además contamos con dos integrantes extranjeras de nuestro grupo.

Asi yo elegí la receta del Estofado de san Juan, una comida tradicional en nuestro hogar que se ha preparado desde siempre. Lo hacía mi abuela que vivía en el campo, cerca de la ciudad de Los Ángeles, luego mi madre continuó con su preparación en nuestro hogar, para celebrar el onomástico de mi hermano llamado Juan Carlos. Hace algunos años, asumí la tarea de preparar esta receta. La última la preparé en junio de 2021.

Para escribir esta receta decidí indagar sobre el origen y características de este plato que con las nuevas tendencias alimentarias va quedando en el recuerdo.

Según el diccionario culinario estofar, es una técnica en la que todos los alimentos de la receta se cocinan al mismo tiempo, en crudo en el mismo recipiente, apenas se le añade líquido. los ingredientes se hacen en sus propios jugos y por eso hay que cerrar siempre la olla para que no escape el vapor y la temperatura aplicada oscila entre los 75° y 100° C, buscando como máximo un leve hervor, la clave del resultado es que al tapar el recipiente se consigue retener el sabor y aroma y esto se debe a que los líquidos que se evaporan se condensan y vuelven a caer al estofado. Según el centro de documentación de bienes patrimoniales describe que el estofado de san juan es un plato de consumo invernal, en el sur de Chile, en la región de la Araucanía y en la zona del rio Itata, se remite al ámbito de lo religioso católico y también del año nuevo mapuche o we tripantu, se consume el día de san Juan, la noche más larga del año, esta comida se vincula a los ritos de cambio de año para favorecer la abundancia de la comida y la bebida. En ambos casos la coincidencia con el solsticio de invierno ha propiciado que este plato sea compartido tanto en las tradiciones indígenas como las criollas y mestizas del sur de Chile.

Ingredientes

1Kg de costillar de cerdo ahumado

1Kg de chuletas de cerdo

1Kg de longanizas

8 trutros de pollo o una pechuga de pollo cortada en trozos

1Kg de tapapecho cortado en trozos

Cuero de chancho

750 cc de vino blanco

6 cebollas cortadas en pluma

6 dientes de ajo

1 hoja de laurel

1 cucharadita de comino molido

1 pimiento rojo

1 taza de guindas ácidas

Sal y pimienta a gusto

Preparación

En una olla grande y de fondo grueso, distribuir una capa de cebollas cortadas en pluma, el pimiento rojo cortado en juliana ,en seguida distribuir los trozos de costillar de cerdo cortado de acuerdo a los comensales y los trozos de tapapecho , luego más cebolla, agregar los dientes de ajo y la porción de guindas ácidas otra capa de chuletas de cerdo y las longanizas trozadas a continuación las presas de pollo y los trozos de cuero de chancho al final verter el vino blanco agregar el laurel ,comino, sal y pimienta a gusto. Verificar la sazón al final.

Nota: Tapar la olla y cocinar a fuego suave durante una hora y media. Cuidar que no se pegue, revolviendo suavemente los ingredientes.

Luego servir a los comensales en platos hondos o fuentes, acompañar con una fuente de papas cocidas al centro de la mesa y conversar sobre lo humano y lo divino. Antiguamente se contaban historias y se planificaban las pruebas de San Juan para realizar esa noche.

EL ESTOFADO DE LA NOCHE DE SAN JUAN en el comedor de los Suárez Ferrada. De izquierda a derecha, Eduviges Pérez, Manuel Suárez, Cristina Ferrada y María Gloria Flores.

ARRIBA, EL ESTOFADO SERVIDO.
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LAS TRES ÚLTIMAS FOTOS MUESTRAN EL DESARROLLO DE
LA COCCIÓN DEL ESTOFADO, COCINADO A FUEGO LENTO.



(Las fotos de esta nota fueron hechas por Cristina Suárez Ferrada).




domingo, junio 08, 2025

ABANDONADA TERMINÓ LA GRAN BIBLIOTECA DE LOS CONTRERAS TORRES



                     Quiero pensar que la primera biblioteca que hubo en Penco debió existir al alero de la Universidad Pencopolitana, en tiempos de la colonia, porque es impensable que una casa de estudios superiores, entonces y ahora, carezca o haya carecido de ese apoyo. Aunque incluso antes pudo haber pequeñas bibliotecas o, quizá, solo estantes con libros en las iglesias y conventos que se levantaban por acá. Pero no vamos a abundar en este tipo de extrapolaciones para no cometer algún error histórico. El relato de la biblioteca de mi interés es contemporáneo.

                    Me refiero a la biblioteca particular del señor Óscar Contreras Yáñez, ex jefe de Recursos Humanos de Fanaloza, que tenía en su casa en la calle Cochrane, al llegar a Maipú. Hombre liberal, abierto a la comunidad y con vocación de servicio, no se negaba a que los jóvenes estudiantes de entonces accedieran a sus libros para investigar y hacer tareas. Una mesita de centro servía para apoyarse y escribir. Prácticamente toda la amplia pieza donde don Óscar tenía su escritorio estaba rodeada de muebles con libros. Había libros incluso sobre los asientos. La biblioteca estuvo muy bien mientras el señor Contreras estuvo con nosotros.

                    Claudio, el segundo de los tres hijos del matrimonio Contreras Torres ‒los otros dos, Óscar el mayor y Luz Irene la menor‒ continuó por algún tiempo con la iniciativa de su padre de mantener la biblioteca particular y de dar facilidades a jóvenes interesados en la lectura o en la investigación académica. Pero, ya se intuía lo que pasaría con ella, que quedaría finalmente abandonada. En ese contexto, Claudio me prestó el libro El liberalismo europeo, de Harold Laski (FOTO), un breviario del Fondo de Cultura Económica (México) para una tarea de historia. O porque a Claudio ya no era fácil ubicarlo en casa o por pereza, no lo devolví y hasta hoy ese breviario sigue en mi poder como un testimonio de aquella biblioteca, a la que tantos amigos de entonces acudíamos y donde nos recibían con amabilidad.

                Luz Irene Contreras Torres lamenta el curso que tomó la biblioteca, la que supuestamente quedó al cuidado de su hermano mayor (fallecido), también de nombre Óscar. «A pesar de que mi hermano fue un gran lector hasta el día de su muerte, no se hizo cargo de la biblioteca de la casa de nuestros padres. Me contaron que muchos libros estaban botados por la orilla de la línea del tren y que hasta los usaron para encender fuego. Yo no fui testigo de eso, pero no está lejos de que haya sido así», nos comentó Luz Irene para esta publicación.

                    ¿Cuántas bibliotecas en la historia habrán desaparecido por descuido o por la acción del fuego, como parece ser nuestro caso? Basta recordar lo sucedido con la Gran Biblioteca de Alejandría, una maravilla del mundo helenístico, que terminó siendo objeto de las llamas o del vandalismo propio de las guerras. Sin embargo, nos dice Luz Irene, a modo de consuelo por el destino de la biblioteca paterna, dos biznietas de su padre, nietas de su hermano Óscar, son profesoras de español y aman la literatura. «Ellas heredaron la virtud del amor por la lectura. ¡Cómo les habrían servido hoy en día esos libros, por ejemplo, una edición única de El Quijote de la Mancha en castellano antiguo, que mi padre adoraba entre tantos y tantos libros…!»